Convertir en descapotable un coche deportivo de altas prestaciones no es algo fácil. Ante la fascinación de vivir la potencia a techo descubierto, se suelen que sacrificar aspectos clave en este tipo de automóviles, léase pérdida de rigidez estructural y aumento de peso por los refuerzos que la carrocería abierta requiere. Conscientes de ello, Porsche suele desarrollar sus versiones descapotadas en paralelo con las cerradas, para que conserven similares características al respecto.

En el caso que nos ocupa, el Carrera Cabriolet (en sus versiones normal con 350 caballos y en la S con 400), el resultado confirmado después de probarlos no puede ser más satisfactorio. Se ha aumentado el uso de piezas de magnesio, como la de los paneles que dan forma a la capota, y se ha desarrollado un sistema de plegado en Z que reduce el tamaño del mecanismo y el espacio para guardarla en un vano en la parte posterior. Traducido a cifras, el Cabriolet de la serie 991 (como se denomina esta serie del Porsche 911) es 60 kilos más ligero que su antecesor, el 997. Por otro lado, tubos y perfiles de refuerzo en su estructura interna, han propiciado que sea un 18% más rígido que el anterior Carrera Cabriolet.

Por lo demás, es fácil comprobar cuando le exigimos que es todo un Porsche, no ha perdido de forma constatable ninguna de las cualidades que nos impresionaron en el Coupé. La precisión de la nueva dirección electrohidráulica, respaldada por el Porsche Torque Vectoring (PTV), de serie en la versión S, nos resulta perfecta para practicar una conducción puramente instintiva, transmitiendo el tren delantero cualquier variación de la trayectoria a su conductor. Por si no nos resultara suficiente, la marca ofrece su Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), que nivela el chasis y aumenta la velocidad del paso por curva.

En cuanto al motor de seis cilindros bóxer, en sus dos versiones Carrera y Carrera S, puede ir acoplado a la nueva caja de cambios manual de siete velocidades o al cambio automático de doble embrague PDK.

Las prestaciones prácticamente no han variado respecto al Coupé y las sensaciones de aceleración se acrecientan.

Y esto ocurre sobre todo sirvamos con la capota abierta, que es cuando notamos todo el poder de la mecánica Porsche. Dada su rigidez, cuando está desplegada la capota, consigue que el Porsche consiga un coeficiente aerodinámico Cx=0,30, lo cual es un valor excelente para un descapotable con techo flexible. En cuanto al mecanismo hidráulico de apertura y cierre, consigue actuar en sólo 13 segundos y puede accionarse en marcha, a una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora. Y, si vamos a circular a una velocidad elevada, podemos desplegar detrás de nuestras cabezas, también de forma automática y en tan sólo 2 segundos, una rejilla que nos evitará sufrir las molestas consecuencias de las turbulencias aerodinámicas.

Al plegar la capota, esta se aloja debajo de una tapa, ahora más grande que en el Cabriolet anterior, que no rompe la continuidad de la carrocería y contribuye a no alterar las limpias líneas del Coupé. El alerón aerodinámico posterior, ha sido recalibrado para esta nueva versión. Se despliega a los 120 kilómetros por hora y se pliega cuando reducimos la velocidad hasta los 80.

Los precios de este nuevo objeto de culto entre los automóviles deportivos son de 113.332 euros para el 911 Carrera Cabriolet y de 129.395 euros para el 911 Carrera S Cabriolet.

Automotive design, Mode of transport, Vehicle, Transport, Rim, Car, Road, Red, Alloy wheel, Automotive lighting,