Los conductores más jóvenes están cambiando sus patrones de consumo. Prueba de ello es que atrás quedó la época de lucir, con apenas 20 años y la L de la autoescuela pegada en la luna trasera, un cupé alemán o un deportivo de tropecientos caballos; importaba y demasiado la imagen frente a sus iguales, de poderío, como hacían sus padres. Pero ahora es el turno de los automóviles racionales. Ojo, racional no quiere decir aburrido ni soso; basta ver cómo se las gastan nuestros cuatro invitados de honor que más de uno quisiera ‘pilotar’ a diario, verlo aparcado cada noche en el garaje de casa. Sólo con ver sus estampas se nos despierta una agradable sed de disfrute. La serotonina fluye gratamente por nuestro cerebro.

Abarth 500 (1.4 Turbo de 135 caballos, cambio manual cinco velocidades), Ford Fiesta Sport Match (1.6 133 caballos, manual cinco velocidades), Renault Twingo R.S. Gordini (1.6 133, manual cinco velocidades) y Suzuki Swift Sport (1.6 136 caballos, manual seis velocidades), el último en llegar, son de los utilitarios racing más prácticos del mercado, puesto que en reducidas dimensiones mezclan una habitabilidad ideal para cuatro ocupantes, sin olvidar que son perfectos para manejarse por la ciudad y sus motores de última generación aúnan prestaciones con consumos. ¿Se puede pedir más? Sí: precios de venta, con descuentos, muy tentadores.

El Suzuki es el más confortable por suspensiones, sonoridad y respuesta del motor. Cuenta, además, con 'clima' y xenón de serie

El Swift Sport, heredero del Swift GTi que apareció en 1989 e hizo enloquecer a más de uno, es el más novedoso del cuarteto. Su diseño se hormona en esta versión Sport con paragolpes de mayores dimensiones, llantas multirradio de 17 pulgadas y doble salida de escape central rematada en un símil de difusor muy logrado; taloneras y alerón contemplan la estampa exterior mientras que, en el interior, las costuras rojizas de los asientos y el pomo del cambio toman el protagonismo.

Por su parte, el Ford Fiesta también está de actualidad al recibir el acabado Sport Match sólo asociable con los motores gasolina 1.6 –el que nos ocupa– y Diesel 1.6 TDCi de 95 caballos. Frente a la atractiva versión Sport, ésta incorpora detalles diferenciadores –como las llantas específicas, remates metalizados y botonería blanquecina de la consola central, entre otros– y, lo que es más importante, una potenciación de 13 caballos que nos gusta y mucho.

Pero los que realmente se llevan la palma en el apartado de no pasar desapercibidos por la calle son los Abarth 500 –que supone una profunda revisión del Fiat 500– y Renault Twingo R.S. Gordini. Ambos se tunean con unas llamativas carrocerías adornadas con motivos que recuerdan a las de vehículos más grandes y con una caballería muy superior –el Twingo, por ejemplo, tiene las aletas ensanchadas–.

BASTA DE CHÁCHARA
Por sus tamaños, como bien hemos comentado anteriormente, son buenos ciudadanos que amenizan la marcha por la urbe de la mano de unas salidas fulgurantes pero, ¿qué ocurre en carretera? Cada uno posee unas características que les hacen especiales.

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El Swift, con sus seis velocidades y su motor atmosférico, tiene una doble personalidad: si se estiran las marchas es un gran corredor de fondo; si no, un práctico y ahorrador vehículo, muy estable cuando afrontamos curvas. En esta línea se sitúa el Ford Fiesta Sport Match: su cambio de cinco velocidades de recorridos y relaciones cortas es un perfecto compañero de viajes que muestra un carácter ligeramente subvirador en las carreteras más retorcidas. Los 133 caballos, frente a los 120 del acabado Sport, se dejan notar sobremanera en aceleración.

El Twingo R.S., que desde hace algo más de un año hereda el apellido Gordini, despierta una bestia que, a 120 kilómetros/hora y en quinta, circula a 4.000 vueltas–una sexta ayudaría a reducir los consumos–. Los 133 caballos de este ‘bicho’, que se mantienen inalterados en la versión 2012 –a la venta desde el pasado marzo–, son perezosos en la parte inicial del cuentarrevoluciones –a pesar de tener las relaciones y recorridos más cortos del cuarteto–, hasta que alcanza las 3.000 vueltas, donde demuestran la rabia que el 1.6 litros lleva acumulada dentro. Aun con esas, cuesta y mucho descolocarle.

Por último, el más longevo del grupo, el Abarth 500, es el más divertido de conducir, puesto que su pequeño propulsor turbo empuja con ganas desde abajo, además de poseer una suspensión dura y una trasera muy viva, que se revuelve a la más mínima. No hay que olvidarse que el 500 puede radicalizarse con el paquete SS, que sube la potencia hasta unos jugosos 160 caballos –cuesta 3.850 euros–.

El 1.4 del Abarth es el único que tiene un turbo para animar su propulsor ¡y cómo se nota! Una leve caricia al acelerador y salimos escopetados

La sonoridad es un apartado que también se ha cuidado: el más ronco es el Twingo R.S. Muy de cerca se sitúan los Fiesta Sport Match y Abarth 500 en los que, al cambiar de marcha, se aprecia a las claras un tono más grave según metemos ‘hierros’. El más light, sin duda es el ecuánime Swift.

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No menos importante es la habitabilidad. El 500 juega en una liga diferente, puesto que es el más estrecho y el que menor maletero y huecos portaobjetos ofrece. Fiesta y Swift se encuentran muy parejos mientras que el Twingo despunta por la modularidad de las plazas traseras y la zona de carga: gracias a que sólo cuenta con dos butacas independientes asentadas en raíles, se varía el espacio para las piernas de los ocupantes y la capacidad del maletero en función de las necesidades.Además, la casi nula caída de su zaga repercute en una cota de altura significativa para los pasajeros –las cabezas de personas de hasta, atención, 2,0 metros no rozarán con el techo–.

CADA UNO ESPECIAL
Cada uno de ellos es un flechazo directo al corazón: el Abarth, pura dinamita gracias a su explosivo 1.4 turbo; el Ford Fiesta, por su excelente relación calidad-precio; el Renault Twingo R.S., una personalidad de renombre de la mano de un bastidor de nivel y, el Suzuki Swift Sport, una fantástica armonía general que, además, tiene una campaña promocional que rebaja su precio 1.500 euros y lo deja en unos atractivos 16.000 euros por los 18.990 del Abarth, 16.250 euros del Ford y 17.050 euros del Renault.

Son Micromachines tan tentativos por sensaciones como por prestaciones y funcionalidad que es como para pensárselo frente a alternativas superiores. Si los pruebas, a buen seguro que acabarás pensando esto.

Personaje del día: Alfonso de Portago