Con el Clio RS Trophy tengo una sensación agridulce. La primera vez que me puse a sus mandos, y de esto hace ya un par de años, supe que Renault Sport había hecho un trabajo fantástico. El chasis Cup rebajado y el motor gasolina turbo casaban a la perfección, pero faltaba la rebeldía de la que hacía gala el anterior RS. Quizá la actualización que acaba de sufrir el modelo galo haya traído consigo ciertas mejoras, pero me temo que todo sigue igual como bien percibo tras los primeros kilómetros recorridos. Bueno, igual no porque hay detalles inéditos como el escape Akrapovič–1.500 euros–, que incita a ir siempre revolucionado por el sonido grave que regala a los oídos de los pasajeros. Es llamativo ver cómo algo tan simple puede dar tanto juego

Pero el que de verdad da juego en el asfalto es el Ford Fiesta ST200, una edición limitada del utilitario americano que pone el broche final a esta generación –ya está a la venta la nueva–. Esta auténtica joya matriculable es una bomba de relojería que, en líneas generales, se percibe más ligero a la hora de afrontar las curvas más cerradas, en parte por el menor peso de su conjunto, por los retoques llevados a cabo en la barra estabilizadora delantera y por el incremento en la dureza de la barra de torsión. Pero no es lo único a destacar del Fiesta ya que la frenada es superior y el control de estabilidad es más permisivo hasta que corta de raíz el subviraje, uno de los pocos ‘peros’ encontrados en el ST200. Incluso la amortiguación no castiga los riñones como creíamos iba a suceder; afortunadamente los radicalismos se dan sólo en el 595 Competizione

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Ha llegado el momento
Pero las sorpresas en el Ford no acaban aquí ya que su mecánica siempre está ‘on fire’ al carecer de la ‘magia’ de los modos de conducción que sí tiene el Clio y que incorpora el próximo ST. Un pequeño botón de color plata colocado entre los asientos delanteros del Renault –un sitio poco intuitivo para manejar en marcha– despierta definitivamente al 1.6. Con esta acción varían asimismo las leyes de la caja de cambios percibiendo un salto algo más rápido que la del Clio RS de 200 caballos, salvo que utilicemos las levas tras el volante, ubicadas estratégicamente y con el tamaño perfecto. Si somos nosotros los que decidimos tomar el control mediante las mismas, principalmente en tramos revirados, a veces lo tendremos difícil por culpa del apoyabrazos de la puerta. Nos explicamos: colocado en una posición alta y con una forma muy voluminosa, nuestro codo izquierdo suele ‘chocar’ con él, lo que nos obliga a ir con los brazos en jarra en más de una ocasión, una postura poco racing que termina por cansarnos y que repercute en el ritmo que llevamos.

La dirección eléctrica del Trophy nos hace perder sensibilidad a ritmos elevados

No obstante, la transmisión del Trophy es suave y no se aprecian tirones, ni siquiera cuando vamos ‘a fuego’ y la aguja del cuentarrevoluciones se dispara hasta las 6.000 vueltas, pero es cierto que le falta un plus de rapidez al estilo de las DSG del grupo Volkswagen. La caja de cambios manual de seis relaciones del Fiesta, por el contrario, se desvela como una estrella por tacto y recorrido. Del Ford nos gusta prácticamente todo pero el cambio se lleva innumerables halagos. Su tacto nos recuerda mucho a la de los buenos supercar por lo cerradas que están las relaciones, como también lo está el escalonamiento entre ellas. La dirección a su vez no puede ser más precisa.

Victoria a los puntos
Definitivamente, el Fiesta ST nos conquista por su comportamiento y la respuesta de su motor turbo, alzándose como la opción más equilibrada y lógica de cuantas hemos reunido en esta doble comparativa, y eso que el gasto de carburante se ha disparado a niveles de vehículos con más de 300 caballos bajo el capó –más de nueve litros a los 100–. Quizá el precio sea desorbitado, más si se compara con el ST base que cumple sobremanera con las expectativas de GTI, pero es el coste que conlleva hacerse con un coche único que bien podría revalorizarse con el paso del tiempo.

Lástima que Renault haya preferido dulcificar tanto su Clio RS Trophy porque si tuviera un poco más de rabia, como el anterior, se iba a convertir en la compra más interesante debido a que es práctico, utilizable a diario y con uno de los mejores sistemas multimedia del mercado, que en esta ocasión incluye telemetría para luego analizar la conducción en tu motorhome

Precio, equipamiento y ficha técnica del Ford Fiesta ST200 200 CV

Precio, equipamiento y ficha técnica del Renault Clio RS Trophy 220 CV

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