Quien prefiera las berlinas a los SUV está de enhorabuena porque tiene una opción más donde elegir. Se trata del Hyundai i30 Fastback, un modelo que acaba de llegar a los concesionarios de la firma coreana con un diseño realmente llamativo, gracias a la caída que describe su techo en la parte posterior y que le ortorga cierto aspecto de cupé a cambio de limitar la visibilidad posterior. Al margen de esto, la habitabilidad es correcta, incluso para los ocupantes de la zona posterior, siempre y cuando no superan el metro ochenta. Al respecto influyen muy positivamente sus dimensiones, ya que este sedán mide 4,45 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,42 metros de alto. Además, la batalla también es generosa: 2,65 metros.
El maletero es el otro gran beneficiado de esta carrocería, ya que cubica 450 litros. A él se accede a través de un portón, un detalle muy práctico y de agradecer dado que facilita la carga y descarga de maletas, bolsas de la compra… Este volumen se amplía a 1.351 litros si se abaten los asientos traseros.
Nuestra breve toma de contacto ha tenido lugar por Valencia, capital y alrededores. La motorización elegida ha sido la más potente, el 1.4 T-GDI de gasolina que desarrolla 140 caballos y cuenta con una transmisión manual de seis velocidades. Silencioso y bien aislado (no llegan vibraciones a la cabina ni ruidos parasitarios), este propulsor es tremendamente elástico, aunque echamos en falta una mayor ‘patada’ del turbo –el par máximo, de 24,7 kilográmetros, lo entrega a tan sólo 1.500 vueltas–. También nos gustaría que el consumo de carburante fuese algo más bajo del registro obtenido –7,5 litros a los 100–, afectado en parte por unos neumáticos desproporcionados, en medida 225/45 con las llantas de 18 pulgadas que te mostramos en nuestro perfil de Facebook. Afortunadamente, las hay de 17 y 16 pulgadas y con estas últimas, homologa un gasto de 5,7 litros a los 100.
A nivel dinámico, el i30 Fastback es un gran rodador. Rápidamente encontramos una postura de conducción cómoda, con un asiento con múltiples regulaciones eléctricas y rematado en cuero. Recordemos que estamos a los mandos de una unidad con nivel Style, el más alto de todos los disponibles. La suspensión prima el confort, a pesar que desde Hyundai matizan que es un 15% más rígida que la del i30 compacto (algo que no percibimos de primeras), con un esquema McPherson en el eje delantero y un multibrazo en el trasero. La dirección, de asistencia eléctrica, es muy suave y el tacto es muy agradable, sobre todo, para maniobrar en ciudad, pero no transmite bien lo que sucede bajo el asfalto.
El i30 Fastback ya está a la venta con dos motores, un 1.0 T-GDI de 120 caballos desde 22.565 euros con el acabado base Klass Max hasta los 24.615 euros del Tecno, y el 1.4 T-GDI de 140 caballos, que se comercializa desde 27.090 euros con la terminación Tecno y llega a 30.080 euros del nivel Style y cambio automático de doble embrague (de serie vienen asistentes a la conducción como el avisador de ángulo muerto, el mantenimiento en el carril, cambio de luces cortas a largas y viceversa…).
Afortunadamente, todos ellos tienen una campaña de lanzamiento que incluyen diversos descuentos como el de financiación o el de fidelización con la marca, reduciendo el precio en 6.400 euros. En verano llegan las motorizaciones Diesel, dos 1.6 CRDi de 110 y 136 caballos.