El escritor norteamericano Charles Berlitz, apasionado de los hechos paranormales, fantaseó con la idea de que aviones y barcos desapareciesen en una región formada por las tres puntas de un triángulo: Puerto Rico, Fort Lauderdale–Florida, EEUU– e Islas Bermudas. Si trasladásemos los vértices del famoso polígono al sector automovilístico, a una escala global y a la actualidad, Alfa Romeo –Italia–, Citroën –Francia– y Mazda –Japón– formarían casi un ‘vacío’ con sus Giulietta, DS4 y 3 respectivamente sobre Alemania, tierra natal del sempiterno Volkswagen Golf, la gran referencia del segmento que mayor cuota de mercado acapara en la actualidad: los compactos. Pero para hacer ‘desaparecer’ al Golf, estos representantes deben hacer valer sus argumentos y dejar de lado las conjeturas.

No valen los trucos como bien demuestra el Mazda 3, en el que sobresalen la calidad percibida en la carrocería cinco puertas –hay otra sedán–, así como su cuidado aspecto. Y es que la imagen deportiva de esta tercera generación entra por los ojos y gusta. Con un frontal inspirado en el de la berlina 6, las alabanzas se las lleva la forma en la han rematado la zaga, con unos pilotos cuya forma es prácticamente calcada a los faros delanteros y una luneta colocada en una posición más alta que de costumbre –y que penaliza la visibilidad posterior, por lo que los sensores de parking se hacen indispensables–. Además, dos salidas de escape rematan el conjunto –caso del motor Diesel de 150 caballos–, lo que termina por aportar un aire racing perfecto.

El motor del Alfa es el más 'rabioso' del grupo, con un empuje muy contundente a partir de las 2.000 vueltas

Por su parte, el Alfa recibe un ligero maquillaje a su ya de por sí original estampa, que afecta a la parrilla y al marco que rodea los faros antiniebla, aunque su novedad absoluta se oculta bajo el capó: un propulsor dos litros Diesel que ahora da 150 caballos, convenientemente revisado para cumplir la normativa de emisiones Euro 6 –entre otros, los óxidos de nitrógeno se reducen a 80 miligramos/kilómetro, un 50% menos que con la Euro 5–.

El DS4, el tercero en liza, no ha sufrido actualización alguna pero sus característicos rasgos, su enfoque premium y, sobre todo, su eficaz dos litros turbodiésel de 160 caballos lo sitúan de lleno en el cajón de este particular podio que busca posicionarse entre los primeros puestos de los más vendidos.

GRANDES REFERENCIAS
Si la calidad con la que nos recibe el Mazda 3 es magistral, la del DS4 también es de renombre. El savoir faire francés queda impreso en todo el habitáculo, aunque ciertos detalles, como un navegador poco intuitivo –y cuya gran pantalla no es táctil– o unos asientos de polipiel restan cierto glamour a un ambiente que hoy sigue siendo muy resultón.

El Alfa sigue esta tendencia con sus estrechas y alargadas tomas de aireación y una instrumentación en la que no falta el selector DNA, seña de identidad de la italiana y con la que el conductor modifica la respuesta al acelerador, la actuación de los controles y la asistencia de la dirección eléctrica –y que se nota sobremanera entre la posición ‘extrema’ Dynamic y la confortable All Weather–. Es con este modo Dynamic cuando descubrimos todo el potencial del Giulietta: un ‘chorro’ de par bajo el pedal del acelerador que nos hace pensar por momentos que el bloque JTDM da, al menos, 180 caballos cuando, en realidad, ha sufrido un incremento de 10 caballos. Un tarado de amortiguación tirando a duro y un tacto de dirección muy preciso nos demuestran que éste es el coche ideal para los conductores más pasionales.

El Citroën DS4 es el que menos consume a pesar de que carece de sistema de arranque y parada

Frente a este carácter, el dos litros del Citroën muestra mayor confort en su rodar. Las primeras marchas de su cambio son más cortas y la sexta la más larga de la comparativa. Su enfoque más cómodo va acompañado por un chasis que tiene una puesta a punto claramente placentera. Sólo la imagen de estilo cupé acompañada de las espectaculares llantas de 18 pulgadas con neumáticos 225/45 de este acabado Sport aportan el punto 'macarra'.

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EQUILIBRIO ABSOLUTO
Entre medias de ambos se cuela el 3 de Mazda. Su mecánica de 2.2 litros es la más silenciosa de todas y la que demuestra el mejor compromiso entre prestaciones-consumos aunque en esta ocasión, el cambio automático de seis velocidades que monta no es tan rápido en las respuestas como cabría esperar y penaliza, sobre todo, el gasto de combustible –del orden de un litro a los 100 kilómetros–. No es una cifra alarmante pero sí a tener en cuenta.

Además, su puesto de conducción nos resulta muy acogedor, con unos asientos en los que quedamos encajonados y con un excelente compromiso entre confort y sujección, algo que comprobamos en las carreteras más reviradas.

A LA ÚLTIMA
Los equipos de infoentretenimiento tienen cabida en las consolas centrales y cuentan con varias funciones en Citroën y en Alfa –éste, como novedad, ha añadido una pequeña pantalla de la que carecía hasta el momento–. El del Mazda, último en llegar, es el más completo con su pantalla táctil de siete pulgadas manejable a través de un mando circular que recuerda al de Audi.

Precio, equipamiento y ficha técnica del Alfa Romeo Giulietta 2.0 JTDm 150 CV Distinctive

Precio, equipamiento y ficha técnica del Citroën DS4 2.0 HDi 160 CV Sport

Precio, equipamiento y ficha técnica del Mazda 3 2.2 150 CV Luxury automático

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