Mitsubishi dota al ASX de una caja de cambios automática de seis velocidades INVECS-II (Intelligent&Innovative Vehicle Electronic Control System), inédita en la gama del SUV hasta el momento. Con un convertidor de par, se logra un tránsito progresivo entre las diferentes relaciones, por lo que se convierte en una opción muy recomendable para aquellos que busquen un todocamino placentero. Tanto en conducción tranquila por ciudad y autopista como en una más decidida, el procesador que gestiona las marchas acierta en todo momento en sus operaciones, mostrándose como una alternativa muy eficaz al manual.

De su funcionamiento nos gustó también el tránsito desde el volante del modo secuencial (que también se maneja desde el pomo) al automático y viceversa: con pulsar durante dos segundos la leva de la derecha se pasaba de uno a otro. Ésta, además, está fija, es bastante alargada para manejarla con más facilidad y de aspecto deportivo.

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La aceleración 0 a 100 kilómetros/hora del 220 DID 4x4 con el cambio automático es de 10,8 segundos, con una velocidad máxima de 190 kilómetros/hora. Uno de los valores que más interesa es el consumo, de 5,8 litros/100 y unas emisiones de C02 de153 gramos/kilómetro recorrido.

El ASX automático sólo está disponible con el propulsor Diesel 220 DID de 150 caballos, asociado también al acabado tope de gama, el Kaiteki, que incluye tapicería de cuero, llantas de 17 pulgadas, salida de escape cromada, asientos delanteros calefactados, climatizador, faros de xenón, pilotos con led, tapicería de cuero, techo panorámico, siete airbags, cuatro elevalunas, espejos retrovisores eléctricos, arranque en pendiente... Toda esta combinación está disponible en los concesionarios de la firma por 33.500 euros.