No es que sea una belleza, pero el Honda Clarity es una visión hacia el futuro. La primera sensación que nos transmite es que es una nave espacial para la que los ingenieros han empleado toda su imaginación y, bajó su piel, se esconde un motor twin-H, aunque, en esta ocasión, la H se refiere a moléculas de hidrógeno.

En principal inconveniente de este tipo de energía es encontrar una estación de recarga para poder llenar los dos depósitos que monta el Clarity, uno más grande tras los asientos traseros -117 litros- y otro más pequeño bajo el amortiguador posterior -22 litros, lo que supone una capacidad total de 139 litros. En la experiencia de nuestros compañeros estadounidenses, la autonomía del vehículo permitió alcanzar los 482 kilómetros, aunque, según la EPA, el Clarity puede mejorar hasta los 589 kilómetros.

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Bajo los asientos delanteros se esconde una batería de 1.5 kWh, la cual proporciona un impulso, en cuanto se pisa el acelerador, gracias a una pequeña célula de combustible. Al no ser demasiado grande, se podría considerar al Clarity como a un híbrido que aprovecha dos fuentes de energía distintas, además de contar con un frenado regenerativo, aunque siempre motivado por su motor eléctrico. En el momento de ponerse al volante, no se aprecia la diferencia entre circular con la potencia de los electrones o de la célula de combustible, la cual recarga rápidamente a la batería en cuanto se le agota la energía.

Si has tenido la oportunidad de pobrar un Nissan Leaf o un Volkswagen e-Golf, te encontrarás con pocas sorpresas en relación al Clarity: un motor de 174 caballos, con una buena respuesta al acelerador, pasando de 0 a 100 km/h de 8,1 segundos, ligeramente más rápido que su principal rival, el Toyota Mirai.

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Una vez dentro, nos topamos con un espacio agradable, con cinco asientos, en comparación a los cuatro del Mirai. El panel de instrumentos y controles es muy similar al resto de modelos de Honda, por lo que resultará familiar a los clientes de la marca. Su estructura sólida y la suspensión flexible dan al Clarity una sensación más lujosa que su rival de Toyota. La dirección también es otro aspecto interesante, ya que, a pesar de sus 1.881 kilos, trasmite una sensación inmediata y de ligereza.

Actualmente, Honda ofrece planes a 344 euros al mes durante 34 cuotas para poder conducir el Clarity, sin embargo, el principal problema de este modelo es la considerable escasez de estaciones de recarga, por lo que fuera de EE.UU. es una opción inviable. Aun así, esto no quita que el Clarity sea un importante paso de cara al futuro sostenible.

Honda Clarity Fuel Cell