Cuando acudimos a probar el Peugeot 208 2015 estábamos convencidos de que nos íbamos a sentar en un modelo que ya conocíamos, exactamente el mismo que conocimos tres años atrás y que por cierto, nos dejó buen sabor de boca. Sin embargo, aunque los retoques que ha recibido hayan sido mínimos, lo cierto es que por un lado son vistosos y por el otro, contribuyen a mejorar el conjunto.

Los primeros, es decir, los más evidentes, podemos resumirlos en: una parrilla rediseñada al estilo del GTI, el cromado lateral propio también de esta versión, faros bitono con fondo negro y cromado, faros y pilotos de iluminación tecnología led, llantas de 16 pulgadas y nuevo diseño, así como tres colores, incluidos dos especiales mate, que añaden un sobrecoste de 570 euros.

Además, a nivel de estética también nos encontramos con dos packs de personalización, denominados Menthol White y Lime Yellow, que añaden detalles en blanco y amarillo respectivamente, a la parrilla, las llantas y diferentes elementos del interior. Pero sin duda las versiones más espectaculares son las deportivas, que ahora arrancan en una nueva serie denominada GT Line, continúan en el conocido GTi –ahora con motor 1.6 THP de 208 caballos– y finalizan con el GTi by Peugeot Sport, con pintura bicolor y la misma mecánica que el 30 Aniversario, incluído el autoblocante.

El éxito de la serie limitada 208 GTi 30 Aniversario ha provocado que Peugeot mantenga en la gama un GTi by Peugeot Sport que es idéntico a nivel mecánico.

A nivel de equipamiento nos encontramos con varias novedades, todas ellas opcionales y referentes a la dotación tecnológica. Po un lado, en materia de seguridad añade el Active City Brake, que detiene el coche automáticamente ante posible riesgo de alcance o atropello circulando por debajo de los 30 km/h, y un asistente de aparcamiento con cámara trasera. Por el otro, en materia de conectividad recibe el sistema mirror link que nos permite asociar un smartphone de Android y manejar hasta 18 nuevas aplicaciones relacionadas con la conducción. A finales de año, se podrá elegir entre este software y el Car Play para iPhone.

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En cualquier caso, los cambios más profundos y también los que han contribuido a mejorar más este 208, los encontramos bajo el capó. Nos referimos a los nuevos motores que cumplen la normativa Euro 6 gracias a su gran eficiencia y que completan una de las gamas con mayores alternativas del momento. En gasolina nos encontramos con los PureTech tricilíndricos de 1.0 litros y 68 caballos, 1.2 atmosférico de 82 CV y 1.2 turbo de 110 CV, este último novedad absoluta. Pero también se incluye un 1.6 THP afinado con 160 caballos y el de 208 CV, reservado para ambos GTi. Los turbodiésel no se quedan atrás con los BlueHDi 1.6 de 75, 100 y 120 caballos, todos ellos con un consumo homologado en torno a los 3,0 litros/100 km. Por si esto fuera poco, entre las transmisiones nos encontramos también con alternativas que van desde la manual de cinco o seis marchas, esta última de serie sólo en el HDI 120 y los GTi, o la nueva automática ETG6, por convertidor de par.

¿Cuales hemos probado? Los que eran unos auténticos desconocidos, es decir, el 1.2 PureTech de 110 caballos –con cambio manual y automático– y dos 1.6 HDi de la nueva familia, los de 100 y 120 caballos. Sin duda, los tres son satisfactorios, aunque bien distintos. El gasolina, por ejemplo, se sitúa como uno de los mejores motores de su categoría, pues este tricilíndrico de 1.2 litros mejora el rendimiento a medio y bajo régimen de la variante atmosférica –de 82 CV– que ya cumplía con creces en el 208 y es simplemente redondo. Responde con garantías tanto para salir desde parado como para realizar adelantamientos y suena bien, incluso al ralentí. Eso sí, tanto en esta variante como en la Diesel de 100 que cogimos después pudimos valorar como es recomendable pedirlos con el cambio automático, principalmente por una ventaja: sus seis marchas en lugar de las cinco de la caja manual. Con unos desarrollos más cortos, ambos motores van más desahogados lo que implica que aparte de gastar poco, rinden bastante más. Además, el ETG6 responde muy bien, con transiciones rápidas y suaves, nada que ver con el antiguo cambio CMP –manual pilotado– al que reemplaza.

También es significativo que entre el gasolina de 110 caballos y el HDi de 100 caballos, apreciamos un rendimiento superior en el primero, más voluntarioso y fino, sólo empleó un litro más de combustible en el tramo de pruebas, que transcurrió en una zona de montaña. En cambio, con el 1.6 HDi de 120 caballos no sucedió lo mismo. Aquí, la ventaja de la mayor potencia se une a la citada caja manual de seis marchas, con unos desarollos perfectamente calibrados lo que no tardó en traducirse en un ritmo muy superior, una suavidad mayor en la entrega de potencia y todo con unos consumos parejos al 100 caballos.

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Por lo demás, el Peugeot 208 sigue destacando por ofrecer una suspensión confortable y firme, especialmente en las versiones deportivas. El interior es especialmente aprovechado a nivel de espacio y los acabados son de buena factura. Ningún reproche tampoco en materia de ergonomía para un utilitario que consiguió convencernos hace tiempo de que con un volante más pequeño y bajo –el denominado i-Cockpit– podemos girar de forma más cómoda.

El 208 2015 ya está disponible desde 12.840 euros, descuentos aparte y su objetivo pasa por consolidarse en nuestro mercado, donde espera superar las 12.000 unidades vendidas en lo que queda de año y que acaparar un 9% de cuota, en uno de los segmentos más competidos. Desde luego argumentos no le faltan.

Peugeot 208