El primer contacto con el nuevo ‘bebé’ de la familia SUV de Volkswagen no nos ha decepcionado. Con la incorporación de este coche, pretenden rivalizar con otros del mismo segmento como el Ford Ecosport, el Peugeot 2008 o el Renault Captur, entre otros. Se fabrica en la planta de Lendeben, en Navarra, y desde la marca confirman que se realizarán alrededor de 143.000 unidades de este SUV, con vocación urbana, pero capacitado para ofrecer un uso polivalente. Al menos, sobre el papel.
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Con un peso prácticamente idéntico al del Polo, su comportamiento en las curvas e incluso en tramos off road sorprende positivamente. Es muy estable en las frenadas y con la potencia del 1.0 TSI de 115 caballos, es suficiente para pasártelo bien sin miedo a perder el control en ningún momento. Tampoco se trata de un coche precisamente grande pero en comparación con el ya mencionado Polo gana 5,5 centímetros de largo –4,10 metros–, 1,2 más alto –1,58– y su anchura también se incrementa aunque en tan sólo 3 milímetros para alcanzar los 1,41 metros. Es poco, pero lo justo para introducir una serie de cambios en un habitáculo algo más espacioso.
La sorpresa llega con el espacio del maletero puesto que cubica 385 litros –igual que un Golf– y desplazando longitudinalmente los asientos traseros 14 centímetros se amplía hasta los 455 litros, un poco menos que el BMW Serie 3, por ejemplo. Abatiendo todos los asientos, salvo el del conductor, se consigue un volumen total de 1.281 litros.
CON MÁS TECNOLOGÍA QUE NUNCA
El diseño delantero toma parecidos con sus hermanos mayores, continúa con la línea del Touareg, Tiguan y T-Roc, es decir, la parrilla muy similar a sus hermanos mayores y además se pueden incluir luces led en el acabado Sport; y la parte trasera incluye el nuevo elemento diseñado por Volkswagen, el panel reflectante que ocupa todo el maletero.
Entre los elementos de equipamiento que incluye el T-Cross, destacan los tecnológicos, muchos de ellos propios de segmentos superiores. Este es el caso de los asistentes de mantenimiento de carril y aparcamiento o la iluminación dinámica, entre otros.También viene incluida una pantalla táctil de 8 pulgadas que da acceso a un sistema de infotainment –con ocho altavoces Beats y cuya calidad de sonido es muy buena– y solo en el acabado sport, cuadro de instrumentos digital.
DIVERSOS MOTORES Y ACABADOS
Hemos podido probar la versión gasolina de 115 caballos con cambio DSG y acabado R Line, así como el Diesel con transmisión manual. Sin lugar a dudas, lo más destacable es la agilidad en las curvas y el confort de marcha general. El TDI es un poco más perezoso a la hora de adelantar, lógico teniendo en cuenta que tiene 20 caballos menos que el gasolina y presenta una peor insonoridad en carretera pero, en términos generales, las sensaciones son muy buenas a bordo del T-Cross.
El precio de partida para el T-Cross se situará en 17.975 euros y viene equipado con el motor de tres cilindros 1.0 TSI de 95 caballos con cambio manual de cinco velocidades –montado ya con anterioridad en el Polo–. Por contraste, el más caro será el acabado sport que costará 24.400 euros y viene con cambio DSG de siete velocidades. A lo largo del año se presentará la versión 1.5 TSI de 150 caballos. También ofrecerán versión Diesel, un 1.6 TDI de cuatro cilindros y 95 caballos con cambio a elegir entre manual o automático del cual aún se desconoce su precio. Saldrá a la venta a finales de abril.
A favor:
Agilidad en curva. Maletero. Equipamiento. Economía de uso
En contra:
Sonoridad y respuesta del TDI. Precio de algunas versiones.
