Solo tenemos buenas palabras para referirnos al Mini CooperJCW, un juguete de lo más divertido capaz de poner en aprietos bien serios alos más mayores. Lo mismo que pensamos nosotros pasa por la cabeza decualquiera que se ponga a sus mandos, sin embargo, el preparador alemán Manhartha querido un paso más allá para convertir al pequeño modelo inglés en el armadefinitiva.
300 son los caballos que la casa teutona ha conseguido sacardel propulsor de cuatro cilindros y dos litros con el que el Mini sale de sucadena de montaje. Una nueva ECU y un intercooler de mayor tamaño son losresponsables de la subida de potencia, y aunque la marca ha decidido nodesvelar las prestaciones del F300, estamos seguros de que mejorara con creceslas aptitudes del Mini de serie, que es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetrospor hora en 6,1 segundos. En la ganancia de prestaciones también influirá ladieta a base de fibra de carbono a la que ha sido sometido, al igual que lapuesta a punto del chasis.
En el exterior encontramos unas agresivas llantas multiradiode 19 pulgadas y una decoración que evoca a los clásicos Lotus de competición,con predominio del color British Racing Green y detalles pintados en amarillo,al igual que la franja central que recorre la carrocería de arriba abajo. En elhabitáculo llama la atención la presencia del cuero y el alcántara por todoslos rincones, que contrastan con las costuras en color dorado, logrando unamezcla de tonalidades similar a la del exterior.
