Si eres de los que tiene prejuicios con Skoda y Kia, va siendo hora que los borres de tu mente. Desde que ambas ingresaran en los grupos Volkswagen y Hyundai respectivamente, no han parado de mejorar sus productos. ¿Te acuerdas del Skoda Felicia o del Kia Shuma? Son pasado: coches sin personalidad, baratos y sin alardes técnicos. Hoy, nuestros dos protagonistas nada tienen que ver con sus ‘ancestros’ y lo demuestran desde un atractivo ‘envoltorio’ –significativo es el caso del Cee'd, cuyo diseño está firmado por Peter Schreyer, ex de Audi– hasta un nivel de terminación y de dinámica más que satisfactorios. Al respecto ayuda que ambos fabricantes se beneficien de componentes compartidos con sus ‘matrices’, principalmente en los apartados mecánicos.

VALORES GARANTIZADOS
¿Ejemplo? El propulsor 1.6 TDI que impulsa al Skoda se monta también en un Seat Ibiza o en un Audi A3. La potencia en este caso se limita a 90 caballos –hay una versión superior de 105 caballos–, suficientes para circular con el Spaceback por ciudad y por carretera… si no se va cargado. No es un prodigio del silencio por sonido y vibraciones–se echa en falta algo más de aislante–, pero la economía de uso de más de 1.100 kilómetros por depósito lo convierte en una compra segura.

Su caja de cambios manual de cinco relaciones puede ser sustituida por una automática de doble embrague con siete velocidades, previo desembolso de 1.650 euros. Este opcional viene sin levas, por lo que si decidimos tomar el control habrá que apoyarse en la palanca. Su uso está más aconsejado para aquellos que ronden de forma frecuente las autopistas que para los que circulen por urbes, básicamente porque el DSG muestra ciertas brusquedades tanto en las reducciones hasta detenernos como en las arrancadas desde parado.

El Skoda tiene opcionalmente hasta faros de xenón

En el caso del Kia nos encontramos un propulsor algo más refinado si hablamos de rumorosidad, aunque tampoco brilla en este aspecto. Disponible únicamente con seis velocidades, el 1.4 CRDi muestra algo menos de vigorosidad que su rival cuando aceleramos a fondo (idéntico al que montan modelos de Hyundai, como los ix20 o i30). La diferencia no es importante, pero sí se aprecia cuando buscamos un adelantamiento o una incorporación. Habrá que recurrir entonces a las marchas para aprovechar mejor los 90 caballos de esta versión, que se muestra algo menos austera a pesar de que anuncia un consumo oficial inferior. Al respecto, los neumáticos con llantas de 15 pulgadas de serie o los opcionales de 16 son más razonables que las ruedas con llanta de 17 pulgadas –de media, unos 1.000 euros–, que incrementan el gasto de carburante y transmiten algo más de ruido de rodadura al interior del habitáculo.

Durante nuestras jornadas de pruebas, el Skoda demostró ser algo más parco en el gasto de combustible y obtuvimos una media de 4,8 litros a los 100. Por su parte, el Kia se contentó con 0,2 litros más, hasta alcanzar los 5,0 litros.

CAMBIO DE RITMO
Donde el Cee’d escala posiciones es en la dinámica. Pesa apenas 100 kilogramos más, inapreciables en marcha, ni siquiera en curvas; se muestra tan rápido que echamos en falta el bloque turbodiésel 1.6 de 128 caballos, que está disponible por 1.200 euros adicionales. En esta agilidad (no olvidemos que el chasis es prácticamente calcado al del citado i30) que nos transmite el conjunto influye sobremanera la dirección eléctrica que varía su asistencia mediante tres programas a través de una tecla en el volante –y que es muy intuitiva de accionar–: Comfort para maniobrar con apenas un dedo –ideal para aparcar–, Normal para viajar y Sport, cuyo endurecimiento nos transmite mayor confianza con el coche si buscamos, por ejemplo, subir un puerto de montaña.

Si no se monta la opción del techo solar en el Kia, las cotas de altura para los pasajeros son sensacionales

Si de deportividad hablamos, el Skoda gana enteros ya que su amortiguación está algo más fortalecida, con un eje delantero procedente del anterior Octavia y el trasero del Fabia (un eje de torsión). A pesar de esta configuración, sólo los pasajeros posteriores notarán de forma algo más acusada las irregularidades del asfalto, sobre todo, cuando el firme presente baches. Aún con esas, el Spaceback es un gran corredor de fondo y encuentra en el coreano Cee’d a un rival de altura.

Precio, equipamiento y ficha técnica del Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 caballos DSG

Precio, equipamiento y ficha técnica del Kia Cee'd 1.4 CRDi 90 caballos

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