Es la segunda preparación que Wheelsandmore realiza sobre la base del Ferrari 458 Italia y se nota que sus ingenieros se lo han tomado con más calma, no sólo por la terminación estética, sino por el trabajo de taller que se ha realizado sobre el propulsor. El V8 de 4.5 litros, que desarrolla unos nada despreciables 570 caballos transmitidos íntegramente a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de siete velocidades, incrementa la potencia hasta los 621 caballos, salidos casi en su totalidad gracias a un nuevo sistema de escape, aunque no hay que olvidarse de los retoques típicos que se realizan en las centralitas (como es el caso) y una revisión de las válvulas de escape. Con todo ello, se consigue superar la barrera de los 330 kilómetros/hora (325 en el caso del 458 Italia de serie).

La carrocería alterna el color blanco con el negro de los espejos retrovisores, los montantes y el techo, sin olvidar las ennegrecidas llantas.

Los cambios en la parte técnica aún no han acabado: la suspensión incorpora un sistema neumático por el que el eje delantero sube o baja hasta 44 milímetros en función de la velocidad. Las llantas, de 21 pulgadas con forma de seis semi brazos dobles, quedan encajadas en unos neumáticos Hankook S1Evo en medidas 245/30 delante y 345/25 detrás.