Fue uno de sus proyectos principales desde el primer día en que tomó el cargo y hoy hemos podido comprobar cuales son sus resultados. La directora general de Tráfico, María Seguí, compareció esta mañana ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, y en su intervención notificó que el número definitivo de víctimas mortales en accidentes de tráfico ascendió a 2.060 personas, más que en 2011.
Este resultado es fruto de contabilizar los fallecidos en el momento del siniestro o en los treinta días posteriores al mismo, tanto en casco urbano como en carretera, 581 más del balance provisional hecho público en enero y un 13% menos sobre la comparativa interanual homogénea.
Desde que llegó al cargo, Seguí criticó el sistema anterior que recogía el número de muertos ocurridos a 24 horas en carretera, pero no el de los fallecidos en vía urbana, por ejemplo.
Las reacciones no se han hecho esperar y, por ejemplo, desde el RACE se muestran satisfechos con esta modificación. Su director de seguridad vial Tomás Santa Cecilia declaró que esta forma de contabilizar debía estar ya vigente desde 2008 y añadió que los datos del Ministerio de Sanidad, del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de los propios atestados policiales ofrecen todas las garantías.
Santa Cecilia destacó el cambio de perfil del fallecido en carretera que, si hace una década era un joven de menos de treinta años siniestrado en carreteras convencionales, ahora ha pasado a ser una persona de 45 años, lo que obliga a cambiar el foco de estos estudios.
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