Ayer se cumplió un mes del accidente fatal que se cobró la vida del futbolista Jose Antonio Reyes, un suceso que conmocionó a todo el país por la gran popularidad del sevillista y sobre todo, porque a sus 35 años dejó viuda y tres hijos. Sin embargo, nada de esto impidió que desde el primer momento, circularan informaciones falsas y contradictorias en todas las direcciones.
Hoy la polémica, lejos de empezar a apaciguarse, vuelve a coger un poco más de vuelo después de que Pere Navarro, director de la DGT, se haya reafirmado en el programa Espejo Público de Antena 3 sobre sus declaraciones posteriores a la tragedia. "Hay un problema de velocidad", dijo entonces cuando tuvo conocimiento de lo sucedido. "Detrás del accidente, es verdad, está la velocidad", ratificó hoy.
Lo más grave de todo es que la afirmación de Navarro se produce sólo unos días después de que un peritaje privado, encargado por la familia Reyes, concluyera que el siniestro se produjo por un problema en la rueda trasera derecha cuando el coche circulaba entre los "111 y 128 kilómetros/hora". El máximo representante de la DGT no quiso entrar en cifras y se limitó a decir que no hay un informe definitivo de la Guardia Civil todavía pero que "en seguridad vial, la diferencia entre matarse o no es la velocidad".
De esta forma, Navarro resta veracidad al informe elaborado por los peritos y difundido en numerosos medios de comunicación la semana pasada y devuelve a la opinión pública un debate que parecía zanjado: ¿a qué velocidad conducía Reyes su Mercedes S550 Brabus cuando se produjo ese reventón de la rueda trasera? Algunos medios llegaron a publicar que iba a "237 km/h" señalando al informe de la Guardia Civil como fuente original de ese dato. Los agentes no tardaron más que unos minutos en desmentirlo desde sus redes sociales. Se trataba de un simple bulo.
Así las cosas, solo queda esperar al atestado oficial de la Guardia Civil, el único documento que probará de forma irrefutable lo que sucedió aquel fatídico 1 de junio de 2019 en el coche en el que viajaban Jose Antonio Reyes y sus dos primos, uno de los cuales –recordemos– también se dejó la vida en el siniestro.
