Para conocer este dato la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines CETRAA aporta unas cifras que son muy clasificadoras dado que cuenta en su página wer con lo que denomina 'Sala de Denuncia', un apartado donde los asociados hacen llegar sus denuncias sobre diferentes irregularidades que afectan a los talleres, entre ellas las que se refieren a posibles centros ilegales, que no cumplen la normativa.
Pues según detalla la propia CETRAA en 2017 se han recogido a través de este servicio más de 1.500 denuncias de talleres clandestinos. Esta cifra supera la de los años anteriores y consta la persistencia de estos negocios fraudulentos repartidos por toda España.
Las principales irregularidades de estos talleres son que no emiten factura, no tienen placa identificativa, el personal no está dado de alta en la seguridad social, anuncian mecánicos a domicilio, no cumplen la normativa medioambiental, etc.
Concretamente esta Sala de Denuncia ha recogido algunas declaraciones de los denunciantes. Dicen cosas como estas: “el dueño está jubilado y sigue trabajando allí”, “son perceptores de la prestación de desempleo”, “trabajan con menores de ayudantes”, “ocupan las instalaciones que nosotros dejamos”, “persona con trabajo público y trabaja en un taller de manera ilegal”, “los empleados están enfermos y las instalaciones son terribles”.
Según CETRAA algunos comportamientos se repiten año tras año. Uno relativamente habitual es que el propietario del taller está jubilado y sigue trabajando y también son constantes las denuncias por falta de seguridad en las instalaciones.
El problema según esta Asociación radica en que muchas veces el cliente no es consciente de que esta en un taller ilegal. Esto ocurre cuando las instalaciones están relativamente cuidadas e incluso se muestra una placa identificativa robada o que ha pertenecido a un taller ya cerrado.
Esta ‘Sala de Denuncia’ está operativa desde 2014 y desde entonces el número de reclamaciones se incrementa.
