El Lotus Elise llegó al mercado en 1996, a lo largo de estas dos décadas, el fabricante británico ha lanzado un sinfín de ediciones que poco a poco han hecho del pequeño deportivo una máquina redonda. El resultado de toda esa experiencia ha sido plasmado en el Elise Race 250, la variante más rápida jamás fabricada del modelo de Hedel. Así lo ha demostrado en el circuito de pruebas de la compañía, completando la vuelta en 1 minuto y 33,5 segundos, 0,5 segundos más rápido que el Lotus Elise Cup 220 R, el más veloz hasta el momento.
Todos los aspectos del Race 250 han sido optimizados para garantizar un comportamiento óptimo dentro de los circuitos. El motor turboalimentado de 1,8 litros y cuatro cilindros ha sido llevado hasta los 246 caballos de potencia y es capaz de entregar 250 Nm de par constante entre 3.500 y 5.500 revoluciones por minuto. Una caja manual de seis velocidades es la encargada de transmitir toda la potencia a las ruedas traseras.
Otro de los factores que permiten 'volar' a este Lotus es su ligereza. La firma inglesa lo ha sometido a una estricta dieta de adelgazamiento para arrojar un peso máximo inferior a los 900 kilogramos. Para ello, ha sido dotado con elementos como la batería de litio o la luna trasera de policarbonato, además de incluir multitud de piezas fabricadas en fibra de carbono, como el splitter delantero o el difusor trasero.
Lotus ha prestado especial atención a la aerodinámica, prueba de ello es el enorme alerón fijo colocado en la parte trasera, que en combinación con el llamativo difusor trasero o aditamentos situados en el parachoques delantero consigue una carga aerodinámica de 155 kilogramos a 248 kilómetros por hora, la velocidad más rápida a la que puede circular.
Técnicamente viene equipado con componentes de primer nivel y elementos necesarios para la homologación FIA: frenos firmados por AP Racing y Brembo, suspensión fabricada por Nitron y Eibach, neumáticos Yokohama, llantas de aleación ultra ligeras, asientos de competición con arneses de seis puntos, jaula antivuelco, sistema de extinción de incendios y volante extraíble. En definitiva, todo lo necesario para competir en las series de la FIA.
