Los americanos no se “cortan” a la hora de comparar sus productos con los de la competencia, y cuando Chevrolet dice que el nuevo Camaro Convertible que presentan estos días en el Salón de Los Ángeles tiene mayor rigidez estructural que la versión equivalente de la Serie 3 de BMW, debe ser cierto. Y no es menos cierto que se trata de una excelente noticia para los amantes de las prestaciones, ya que la potencia bruta del nuevo descapotable yanqui se merece un chasis a la altura, capaz de digerir los 426 caballos generados por el gran V8 de 6.200 centímetros cúbicos que se ofrecerá como tope de gama. De todas formas, si el presupuesto o la prudencia hacen al cliente del Chevrolet Camaro Convertible decantarse por la versión “básica”, le estarán esperando los nada desdeñables 312 caballos del V6 de 3.6 litros de cilindrada.
Tanta exuberancia, capaz de derrocharse en forma de “burn-outs” como se puede ver discretamente en el vídeo de presentación del modelo (ver vídeo aquí), combina perfectamente con la deportiva estética adquirida por el modelo en esta nueva versión, que resulta cuando menos tan estimulante como la del modelo con techo metálico. La capota es clásica, de lona, y escueta cuando está sobre las cabezas de los ocupantes como corresponde a un deportivo de raza. Chevrolet ha tratado de minimizar los ruidos aerodinámicos y los típicos crujidos de este tipo de carrocerías carentes de refuerzos superiores, y el accionamiento eléctrico del mecanismo permite disfrutar del cielo en 20 segundos desde que se pulsa el botón correspondiente.
Se habla de que Chevrolet podría decidir importar el Camaro Coupé a España de forma oficial a lo largo de 2011, lo que ya de por sí sería una excelente noticia visto el éxito que el modelo está cosechando en otros mercados fuera de los EE.UU., pero si además llegase este nuevo Convertible sería aún mejor.
