Acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en sólo 4,7 segundos, alcanza los 275 kilómetros/hora -con el paquete Driver M–, consume 13,9 litros de media y emite 325 gramos por kilómetro de C02. Dejando aparte estas consideraciones, nada más sentarnos al volante apreciamos los detalles exclusivos de la saga 'M': volante específico, asientos deportivos, cuadro iluminado en blanco... Con el motor parado impresiona, pero una vez en marcha las sensaciones se multiplican. La posición elevada puede engañarnos en un principio, dado que nos encontramos ante un verdadero deportivo de asfalto, no un todo terreno. Esto es así hasta el punto de que BMW propuso para la jornada de pruebas un circuito totalmente de asfalto y bastante ratonero, el Road Atlanta en Estados Unidos, con abundantes cambios de rasante, un trazado perfecto para poner a prueba las excelentes cualidades dinámicas del X6 M.

Despliegue tecnológico
Si hay un apartado fundamental que influye en el comportamiento del X6 M es el cambio M Sport–Automatic de seis velocidades con una respuesta muy acertada en todo momento. Tiene tres modos de funcionamiento –D, S y M– que se adaptan a diferentes formas de conducción. La opción M prima la deportividad y nos permite comprobar el verdadero potencial del vehículo. Así, la respuesta al pedal del acelerador es inmediata con potencia siempre disponible, los cambios se suceden rápidamente, aunque las reducciones son un poco bruscas si nos empleamos a fondo, algo que presumiblemente sólo sucederá en circuito. En estas situaciones la seguridad que aporta la tracción total y el diferencial trasero especial que reparte la potencia entre las ruedas posteriores influye de manera decisiva en el comportamiento, al igual que la suspensión, con reglajes específicos y controlada electrónicamente.

Incluso en el modo más deportivo, conviene tener muy presente el peso, más de dos toneladas y las enormes dimensiones del vehículo ya que las inercias están muy presentes sobre todo en las curvas entrelazadas. En estas circunstancias se hace obligado un uso exhaustivo de los frenos, que tienen un tacto bastante esponjoso. De hecho tras varias vueltas al trazado el pedal se hundía hasta el fondo y su efectividad mermaba considerablemente.

Efectivamente, por concepción y diseño el el X6 no puede competir con un turismo deportivo y su efectividad no es por ello comparable. Por supuesto en una utilización en carretera abierta nunca se llegará a este nivel de exigencia y el X6 M cumplirá sobradamente.

Cuando el X6M y su alter ego el X5M se pongan a la venta en octubre por unos 124.100 euros ofrecerán unos acabados exclusivos de alto nivel y un equipamiento en consonancia, con climatizador bizona, asientos eléctricos y un completo equipo multimedia que se puede controlar desde el mando iDrive, que también da acceso a múltiples ajustes que afectan a la conducción: amortiguación, dirección o control de estabilidad.

Tire, Automotive design, Vehicle, Land vehicle, Automotive mirror, Automotive lighting, Car, Red, Grille, Automotive exterior,

Headshot of Rodrigo Pareja
Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.