Este atractivo proyecto denominado por la marca “supercar compacto” refleja la faceta más deportiva del fabricante italiano. El aspecto sugiere unas prestaciones de primer orden y un comportamiento exquisito, que está siendo definido sobre la pista de pruebas de la marca en Balocco para que cuando se puede adquirir por los clientes en 2013 ofrezca una eficacia del máximo nivel.
Debe ser el coche por el que llevan años suspirando los alfistas, huérfanos de un deportivo puro desde el SZ. Un coupé biplaza con trasmisión a las ruedas traseras, motor central, tamaño en torno a cuatro metros y una reducida batalla por debajo de 2,4 metros que asegura la máxima agilidad. Del superexclusivo 8C Competizione heredará el uso de carbono, que será el material principal del bastidor, y aluminio para aligerar el conjunto que sobre la báscula pesará en torno a los 850 kilos en seco, con una distribución de masas del 40/60 entre los ejes delantero y trasero, que contará con suspensiones muy sofisticadas, con cuadrilátero superior en el eje delantero y MacPherson en el tren trasero.
El motor encargado de darle vida será una evolución del motor 1750 turbo de inyección directa con más de 200 caballos. Irá asociado a una transmisión secuencial con doble embrague en seco TCT y la relación peso / potencia será inferior a 4 kilos por caballo. Alfa afirma que el 4C ofrecerá las prestaciones de un motor de más de tres litros, pero con el consumo de un cuatro cilindros: una velocidad máxima superior a 250 kilómetros / hora y aceleración de 0 a 100 kilómetros / hora por debajo de los cinco segundos.
El conductor dispondrá de un selector Alfa DNA, mediante el cual podrá configurar la dirección, suspensiones, frenos y respuesta del motor al gusto y en función del uso que le de en cada momento. Si no nos dijesen la marca sin duda pensaríamos que se trata de un Lotus... pero al parecer será un Alfa, del que se especula que pudiera contar con un bastidor derivado del KTM X-Bow.
