McLaren decidió desarrollar sus propios deportivos en 2005. Bajo el nombre de “Project 11”, se definieron los parámetros básicos del coche. Años de trabajo siguiendo el mismo espíritu minucioso que guía a su equipo de Fórmula 1. Antes de que el primer coche de pruebas fuera construido, durante un año se desarrollaron todo tipo de simulaciones por ordenador. Una vez superada esta fase más 50 prototipos recorrieron un millón de millas alrededor del mundo. Avanzamos hasta hoy y el flamante McLaren MP4-12C está finalmente listo. Y nosotros casi vamos a ser los primeros en probarlo en el circuito de Portimao.

Presiona la puerta sin tiradores con los dedos (requiere cierta práctica) y se abrirá hacia adelante y arriba, de forma similar a como lo hacía en 1993 su predecesor: el McLaren F1, reverenciado todavía como el supercoche definitivo de su generación. Te deslizas dentro del puesto de conducción y encuentras un diseño aparentemente simple. El volante no tiene botones. Detrás de él se encuentras las levas para manejar el sistema de cambio secuencial de siete velocidades con doble embrague. Como es habitual en los Fórmula 1, la leva de la derecha funciona tirando para subir marchas y empujando para bajarlas, mientras que la de la izquierda funciona de forma inversa: al empujar la leva se sube de relación y al tirar de ella, se reduce. El centro de la instrumentación lo preside un tacómetro de gran tamaño, flanqueado por instrumentos digitales. La estilizada consola central desciende con líneas suaves, albergando la pantalla del sistema de información y entretenimiento, seguida del botón apara arrancar y parar el motor y dos importantes ruletas que sirven para seleccionar la puesta a punto deseada en cuanto a manejabilidad y tren de potencia, ofreciendo las opciones Normal, Sport y “Track” (Pista).

McLaren presume de que el MP4-12C es un coche válido tanto para la carretera como para la pista, por lo que, instintivamente, lo primero fue probar el civismo del coche en las sinuosas carreteras que rodean Portimao. Incluso configurando la manejabilidad en modo “Track”, la suspensión de doble brazo con amortiguadores activos es capaz de absorber las irregularidades de la carretera con facilidad. En rutas largas y tortuosas el McLaren se siente como en casa. Exprimiendo el motor en curvas rápidas nunca se descompone por un bache imprevisto y se lo comunica al conductor con una ligera vibración en el volante, como para avisar de que está vivo. Para disfrutar completamente de la experiencia, gira también la ruleta que controla el motor y la transmisión al modo Track, para que el V8 de 592 caballos transforme su respuesta con un mapa de inyección más agresivo y cambios de marcha más rápidos. La presión máxima de sobrealimentación llega hasta 1,2 bares y el motor respira con un agradable y gutural rugido.

En la pista, el McLaren MP4-12C controla la situación sin alterarse. Según el fabricante, la aceleración de 0 a 60 millas (96,6 kilómetros) se logra en 3,2 segundos, o incluso 3,0 si se calzan los pegajosos neumáticos Pirelli P Zero Corsa. El cuarto de milla se ha cronometrado en 10,9 segundos con una velocidad de salida de 217 kilómetros / hora y la velocidad máxima es de 330 km/h. Unos datos impresionantes. Incluso atravesando la recta principal del circuito a más de 250 km/h no llegas a apreciar la velocidad real porque el 12C ofrece una tranquilidad de marcha que inspira máxima confianza al conductor. Al reducir velocidad antes de la curva, el ABS cuenta con la ayuda del freno aéreo de McLaren: un alerón trasero emerge por encima de 95 km/h para incrementar el apoyo aerodinámico y retrasar el centro de gravedad, mejorando el agarre del tren trasero y la estabilidad de la frenada.

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En curvas el 12C obedece rápidamente a las órdenes de la dirección con un giro de volante preciso, aunque el tacto es más ligero de lo que me hubiera gustado. A media curva la zaga permanece en su sitio incluso si se gira el volante con algo de brusquedad o a pesar de que se levante el acelerador repentinamente. Si provoca un sobreviraje es fácilmente corregible. El control de estabilidad siempre está conectado, con una mayor permisividad en modo Track para permitir al conductor un mayor control. No obstante, McLaren desvelará a los propietarios cómo desconectar el sistema por completo.

El MP4-12C alcanza todos sus objetivos en cuanto a prestaciones al estilo de su laureado equipo de F1. Apela a los entusiastas del automóvil más entendidos, que no valoran tanto la marca; un camino diferente de Ferrari, que impresiona a sus clientes con una apariencia más emocional. Con un precio en España de 223.000 euros, el 12C es directamente comparable con el Ferrari 458 Italia. Es el comienzo de una nueva rivalidad entre dos gigantes pero esta vez no se queda en la pista. Sale a la carretera.

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