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Tal y como ellos mismos nos adelantaban hace un par de años, Ford ha transformado de principio a fin su gama de furgonetas dejando lo mejor para el final: la pequeña Courier. Este modelo, que conocimos por primera vez la pasada primavera, trae consigo su propia variante de pasajeros denominada Tourneo Courier que, en ese momento, nos pareció una propuesta atractiva y versátil para esas familias que anhelan una alternativa más razonable a los escasos (y caros) monovolumen que aún perviven.
Ahora, gracias a la invitación de Ford España, hemos podido ponernos al volante de esta furgo que ya ha vencido a los MPV y que, a juzgar por lo que nos han contado los responsables de su creación, quiere disputarse con los SUV medianos el cariño de los hogares. Ahí es nada.
Con los SUV como referente
El Ford Tourneo Courier es el último proyecto de la rama de comerciales Ford Pro y Ford Otosan, la división de la marca norteamericana para la región de Turquía y los Cárpatos que ha sido, y sigue siendo, la principal artífice de su liderazgo en Europa entre los vehículos comerciales e industriales.
Sus equipos de ingenieros y diseñadores han tomado una plataforma completamente nueva para crear, de principio a fin, una furgoneta compacta que mide 4,33 metros de longitud por 1,79 de anchura y 1,81 de altura, y con un volumen de carga que puede ir de los 1188 litros hasta los 2162.
El nuevo Tourneo Courier es, por tanto, más grande y capaz que el anterior Courier. Pero sin duda la mayor mejora frente a su precursor está en su estética, mucho más atractiva y mucho mejor proporcionada, desde el moderno y macizo frontal que guarda ciertos guiños a la colosal F-150 americana hasta el portón posterior que exhibe su nombre con orgullo de letra grande, pasando por la elevada línea de cintura lateral y esos detalles cool como las llantas de aleación hasta 17 pulgadas, algunos de los vivos colores de su carta de pinturas (por ejemplo, el Verde Bursting que ves aquí en las fotos) o la opción del techo blanco en contraste.
Así es como el Tourneo Courier, siguiendo la senda de sus rivales Citroën Berlingo o Renault Kangoo, destierra los prejuicios peyorativos que algunos aún esgrimen contra las furgonetas modernas y se postula como un vehículo familiar que recoge, aquí y allá, pequeñas inspiraciones de la filosofía de los SUV con la sana intención de emular su éxito. ¿Tendrá el renovado Kuga en casa a su peor enemigo? Sólo el tiempo lo dirá.
Impresiones interiores del Ford Tourneo Courier 2024
Por dentro el Tourneo Courier cumple escrupulosamente los mismos cánones de calidad y ergonomía que Ford mantiene a lo largo y ancho de su gama de turismos, así que nuestros dedos no encuentran diferencias de acabados o texturas frente a lo que ya conocemos en los Puma o Focus.
Lo que sí es diferente, no obstante, es la gran cantidad y generosidad de los huecos disponibles para dejar objetos en cualquier rincón del habitáculo. Un clásico ya en este tipo de automóviles que se refuerza con detalles agradecidos como la doble opción para dejar el smartphone: o acoplado en el soporte presente entre las pantallas del salpicadero, o en el cargador inalámbrico en la parte inferior del mismo.
Igualmente distintivo es el espacio, favorecido por la gran distancia entre las cabezas y el techo, mayor que en el modelo anterior, y también por el resto de cotas, con dos plazas delanteras holgadas y una segunda fila de asientos con tres plazas reales que podemos plegar y abatir, parcialmente o al completo. La tapicería, al menos en el acabado Active que hemos podido probar, está compuesta por tejidos similares a los de las prendas técnicas, de tacto suave y cálido y, a la vez, sufridos para resistir años de manchas y roces con nuestra ropa.
El salpicadero, específico de las variantes de combustión, ofrece una buena ergonomía a conductor y copiloto. En contraste con el que monta la variante eléctrica E-Tourneo, la pantalla del sistema multimedia SYNC 4 sacrifica ligeramente su tamaño a cambio de acoger bajo ella varias teclas rápidas para agilizar el manejo del climatizador, sin duda un acierto.
Y ya que mencionamos el infoentretenimiento, y aunque en este tipo de contactos es prácticamente imposible probarlo todo, cabe resaltar que el SYNC 4 parece haber mejorado significativamente su tacto y respuesta, manteniendo su buena calidad gráfica y la característica presentación minimalista de sus menús.
La segunda fila de asientos, accesible por medio de dos puertas laterales corredizas que pesan y deben cerrarse con cierta fuerza, nos permite acomodarnos a nuestras anchas, y nunca mejor dicho ya que tres adultos pueden viajar cómodamente con más espacio para los hombros gracias a sus 1,46 m de anchura interior en este punto. He aquí, precisamente, el éxito de este tipo de vehículo entre las familias, quienes se benefician de los enganches Isofix para acoplar con suma facilidad (más de la que encontrarían en un compacto o SUV al uso) las cunas y sillitas de los más pequeños.
Por último, al portón trasero quizá le vendría bien contar con un mecanismo de apertura y cierre eléctrico. Al levantarlo tenemos acceso al espacio de carga, cuyo volumen hasta el borde superior de los asientos es de 570 litros útiles, 175 más frente al anterior Tourneo Courier. Este espacio, apto para llevar casi de todo o convertirlo en el lugar de reposo de nuestras mascotas, se enriquece con detalles como el cajón que ofrece en su lateral derecho para guardar objetos sucios (por ejemplo, unas botas embarradas) y ahorrarnos la limpieza de la moqueta.
Conduciendo el Ford Tourneo Courier 2024
Nuestro contacto con el Ford Tourneo Courier tuvo lugar en Sitges y sus cercanías. Un bonito entorno de playa que, por las desafortunadas inclemencias del tiempo que nos tocó soportar, se transformó en algo parecido a esos huracanes que suelen azotar la costa de Florida.
Bajo estas circunstancias, que no es raro que surjan en las pruebas que efectuamos en otoño y en invierno, lo mejor que te puede pasar es que el coche, un coche que todavía no conoces bien, no te ponga sus propios obstáculos. Afortunadamente, desde el minuto uno el Tourneo Courier es tan sencillo y agradable de manejar como lo pueda ser un Focus Sportbreak. Unas generosas superficies acristaladas y una posición de conducción elevada al estilo SUV favorecen que podamos visualizar el capó a través del parabrisas, cuyos pilares A tampoco bloquean nuestra visión lateral.
Todo ello, unido a los sensores de maniobra delanteros y traseros y una cámara de visión posterior con una calidad de imagen razonablemente buena, hace que sea muy sencillo y rápido cogerle la medida al vehículo e improvisar referencias para maniobrar en cualquier rincón sin miedo a rayar la carrocería.
Nuestra unidad monta el ya conocido motor gasolina Ecoboost 1.0 de tres cilindros y 125 CV de potencia. Es el único motor de combustión disponible para el Tourneo Courier, y eso nos preocupa de cara a su potencial éxito en el mercado español ya que, en nuestra opinión, le ayudaría contar con la alternativa del diésel EcoBlue 1.5 de 100 CV que sí puede montar su alter ego comercial, el Transit Courier. O al menos, quizá Ford debería haberse planteado añadir al Ecoboost el sistema microhíbrido de 48 voltios que monta el Focus con esta misma mecánica, y que le permitiría beneficiarse de la etiqueta Eco de la DGT.
Las transmisiones a elegir son dos, una manual de seis relaciones que funciona con el habitual agrado de estas cajas de Ford y una automática de siete que añade más suavidad a la conducción a cambio de una cierta penalización en el consumo de combustible, de 6,7 litros cada 100 km a 7,3 según los datos oficiales de la marca.
En marcha los 1.517 kg del Tourneo Courier imponen un cierto lastre, lo que motiva que no sea precisamente un cohete, pero sí entrega una agilidad más que adecuada en todo tipo de situaciones de la circulación, y en las vías rápidas no tiene problema alguno para mantener los típicos cruceros legales de 100-110-120 km/h.
Tampoco hemos apreciado, transitando ya por vías más bien secundarias, balanceos ni otras exageraciones por parte de la suspensión, en un modelo que vira muy plano y apuesta sin mirar atrás por el confort y las posibilidades ruteras, donde los asientos, más que sujetar, abrazan con cariño. En cuanto a los frenos, cumplen con ese tacto típico de Ford que algunos calificarán de esponjoso, aunque eso sería ya una cuestión de gustos.
La brevedad de estos contactos implica que no podamos analizar con detenimiento todos los sistemas de asistencia y ayuda a la conducción que monta el Tourneo Courier, que son muchos y algunos poco habituales en el segmento como el asistente en cruces o el detector de tráfico posterior. Sí pudimos comprobar el funcionamiento, más que correcto, de los detectores de ángulos muertos y del lector de señales de tráfico, que emite una alerta sonora perfectamente audible (un gong) cada vez que superamos en 10 km/h el límite de velocidad marcado por la señalización de la vía.
Gama, precios y lanzamiento del Ford Tourneo Courier 2024
El Ford Tourneo Courier se fabrica en la planta de Ford Otosan en Craiova, Rumanía, y ya está disponible para adquirirse en los concesionarios Ford. Su variante eléctrica, el E-Tourneo Courier, se hará esperar un poco más; abrirá sus pedidos a finales de este año y las primeras entregas tendrán lugar ya en 2025.
La única opción mecánica de combustión que representa el 1.0 Ecoboost se combina con tres acabados: el Trend, que sirve como acceso a la gama, el Titanium, más completo y reconocible por sus detalles cromados, y el novedoso Active, enfocado a los más aventureros y distinguido por sus protecciones en plástico negro y plata.
P.V.P. Ford Tourneo Courier (sin descuentos)
- Tourneo Courier 1.0 Ecoboost Trend - 26.912 euros
- Tourneo Courier 1.0 Ecoboost Trend Automático - 28.991 euros
- Tourneo Courier 1.0 Ecoboost Titanium - 28.471 euros
- Tourneo Courier 1.0 Ecoboost Titanium Automático - 31.764 euros
- Tourneo Courier 1.0 Ecoboost Active - 29.999 euros
- Tourneo Courier 1.0 Ecoboost Active Automático - 33.353 euros
