Si bien su revelación al público tuvo lugar esta madrugada en Las Vegas, donde la cuarta generación del Toyota Prius se dará un buen baño de masas es en el Salón de Frankfurt. La berlina híbrida más famosa del mundo acudirá allí para mostrar su profunda evolución con la que mantenerse como vehículo más vendido de su categoría.
Toyota incide sobre todo en la mayor eficiencia de su nuevo sistema híbrido y unas prestaciones superiores a lo conocido hasta ahora en el Prius, cuya fecha de lanzamiento en Europa aún no se ha fijado. La persecución de esas metas implica trabajar más que nunca los atributos aerodinámicos de la carrocería. Al igual que el Mirai, con el que comparte los rasgos afilados o la zaga muy elevada, su silueta ha transmutado a un perfil particularmente puntiagudo.
El morro, en el que destacan los nuevos faros de vértices muy marcados y dotados de ledes para todas las funciones, está más bajo -Toyota señala que el emblema está a la misma altura que en el GT86-, el extremo superior del techo se ha adelantado, las líneas de estilo se han resaltado y el alerón trasero tiene un ángulo inferior con respecto al portón.
Frente a la tercera generación, Toyota afirma que el Prius 2016 es 6 centímetros más largo, 1,5 centímetros más ancho y 2 centímetros más bajo. Las variaciones de la primera y la tercera medida permiten, además de transmitir una planta más rotunda, diseñar un habitáculo más espacioso tanto para los pasajeros como para el equipaje del maletero. El coeficiente Cx de 0,24 se posiciona como uno de los más bajos de su segmento.
Otro elemento esencial para la ampliación del interior es la propia arquitectura en la que se basa el Prius. La berlina híbrida estrena la Nueva Plataforma Global de Toyota -TNGA, por sus siglas en inglés-, que contribuye a definir un contorno más atlético al exterior, bajar el centro de gravedad para incrementar la estabilidad, reconfigurar la distribución del habitáculo, hacer la estructura más resistente a los impactos y construir una suspensión -la trasera es ahora de doble triángulo- que otorgue una experiencia de conducción más placentera.
El Prius 2016 mantiene el motor de gasolina 1.8 VVT-i de 98 caballos, solo que ha sido adaptado -utiliza un aceite de menor viscosidad, se renueva el sistema de refrigeración y se modifican los pistones y válvulas de admisión- para proporcionar un grado de eficiencia del 40 %, un 1,5 % más que el de la tercera generación. El eléctrico también cambia y, aunque pierde ocho caballos de potencia, sufre un 20 % menos de pérdidas de rendimiento por fricción y es más compacto.
La batería de níquel e hidruro metálico se ha recolocado bajo la segunda fila de asientos. De esta forma, y con la nueva plataforma, el maletero aumenta su capacidad 57 litros hasta los 502 litros. Toyota señala igualmente que ofrecerá una mayor autonomía, si bien aún no se ha calculado en las pertinentes pruebas de homologación. La marca hace hincapié en que el conjunto híbrido funciona de modo más suave y responde con mayor contundencia a la hora de acelerar y alcanzar velocidades altas.
En el interior hay cambios notables en el volante, de menor tamaño y más ergonómico, y el salpicadero. Los mandos y pantallas de este último se han recolocado a una posición más centrada, por lo que ya no da la sensación de que estén orientados exclusivamente al conductor. Toyota ha eliminado asimismo la doble guantera, confiriendo así a la zona del copiloto una imagen más limpia y próxima a la de un turismo convencional.
El nuevo Prius dispondrá como los Auris y Avensis 2015 del paquete de sistemas de seguridad Toyota Safety Sense. Inéditos en el equipamiento del modelo híbrido son ayudas a la conducción como el detector de peatones del sistema de preparación ante posibles colisiones o el programador activo de la velocidad. La dotación podrá completarse con calefacción en los asientos, techo solar o cargador inalámbrico para móviles.
