La reinmersión en el mercado de los SUV forma parte de los progresos que más alegrías le está dando a Mazda desde su separación de Ford. Los CX-3 y CX-5 demuestran avanzar satisfactoriamente en sus respectivos segmentos y el fabricante de Hiroshima aspira a continuar sacándole rédito a su logro particular. Precisamente uno de los nichos que siguen de moda, el de los crossoversdeportivos, es al que mira con este prototipo Koeru que acaba de anunciar en el Salón de Frankfurt.
El término puede traducirse como "ir más allá" en japonés y expresa esa expansión de su gama hacia nuevos horizontes y también darle nuevas interpretaciones a su lenguaje de diseño Kodo. El propio nombre del patrón, "alma en movimiento", cobra su significado con mayor intensidad en este prototipo de silueta atlética y refinada, con una cintura muy elevada, una caída del techo sumamente comedida y unos contundentes pasos de rueda.
Mide 4,6 metros de longitud, 1,9 de anchura y 1,5 de altura, por lo que es un poco más largo y ancho y sobre todo más bajo que el CX-5. Su batalla, en cambio, mide lo mismo que la de este SUV: 2,7 metros. Mazda señala como singularidad del Koeru el trabajo invertido en mejorar la aerodinámica. El carenado de los bajos, junto con una tecnología exclusiva de mitigación de vibraciones, reduce al mínimo las turbulencias y ruidos.
El puesto de conducción se asemeja en gran medida al del CX-5, tan solo diferenciándose de este por la forma de la pantalla del salpicadero y la instrumentación. No hay datos precisos de la mecánica y de su conducción explica que disfruta de la misma filosofía Jinba ittai -en japonés, "jinete y caballo se fusionan en uno"- de conexión entre el coche y el conductor en la que se basa el desarrollo del MX-5. En otras palabras, que, si Mazda decide producir en serie el Koeru, proporcionará un comportamiento único en su clase.
