Aunque los Porsche 911 Turbo S y Lamborghini Huracán Performante pertenecen al Grupo Volkswagen, ambos presentan sistemas de propulsión muy diferentes y una imagen completamente distinta. No obstante, ambos cubren el 0 a 100 en el mismo tiempo, por lo que un duelo entre ambos se antoja de lo más igualado posible.
Por un lado tenemos al menos potente y más pesado de los dos, el Porsche. Con un propulsor bóxer de seis cilindros y la turboalimentación, el deportivo alemán consigue extraer un total de 580 caballos sobre la pista y un par máximo de 750 Nm. Toda esa energía se transmite a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades. Con estas cifras el Turbo S es capaz de alcanzar los 330 km/h, mientras que el tiempo necesario para acelerar hasta los 100 km/h es de apenas 2,9 segundos.
Con solo un vistazo uno se da cuenta de lo diferente que es la imagen del Performante con respecto a la de su rival y es que el deportivo italiano es uno de los más espectaculares del mercado. Pero las diferencias no se terminan aquí ya que su propulsor es atmosférico, tiene diez cilindros y su cilindrada es de 5.2 litros. Todo ello se traduce en una potencia total de 640 caballos y un par máximo de 600 Nm. No obstante, si tienen algo en común y es la transmisión automática de doble embrague y siete relaciones, con el reparto de la energía a las cuatro ruedas.
Con las cifras puestas sobre la mesa uno puede pensar que esos 60 caballos de diferencia pueden hacer que la balanza se decante hacia el lado del italiano, algo que tratará de evitar el bloque turboalimentado y la eficacia del alemán. Tan solo diremos que el ganador de las tres pruebas siguientes ha logrado dos victorias contra una de su rival. ¿Quién habrá sido el vencedor general? Vamos a descubrirlo.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
