El chasis diseñado por Mazda para sustentar todos los encantos del MX-5 cumple con su función a las mil maravillas y siempre proporciona unas sensaciones únicas al volante. El cuatro cilindros en disposición longitudinal no le provoca ningún dolor de cabeza, pero si alguien decide prescindir de él para dar cabida a un propulsor de mayor tamaño, la cosa cambia. Y si ese trasplante de ‘corazones’ viene acompañado del término Hellcat, no hace falta decir nada más.

Demasiado 'corazón'

A cualquiera le parecería una completa locura instalar este V8 sobrealimentado en el vano motor del pequeño deportivo, pero ya vimos hace unos meses que alguien se atrevió a hacerlo y el resultado es el Mazda MX-5 más salvaje del momento. Su color naranja lo delataba, pero no solo esta tonalidad tan llamativa, sino el compresor volumétrico que asomaba por el capó, encargado de abastecer de aire a los ocho cilindros y los 6.2 litros de cilindrada. Toda una bestia del asfalto que, desafortunadamente, no ha tenido un buen final.

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En realidad, sería más correcto despedir esta aventura con un punto y seguido, pues seguramente que el biplaza japonés vuelve a recuperar su forma dentro de poco tiempo. Todo esto lo decimos porque hace apenas unos días su actual propietario, Michael Kelly, se ha visto envuelto en un desafortunado episodio que ha podido costarle un susto mucho mayor. Al salir de una concentración de coches, parece ser que el exceso de emoción se unió a un fallo mecánico en los frenos, detonantes suficientes como para que el MX-5 acabara en una zanja con una serie de daños importantes.

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Según ha explicado Kelly en una publicación en sus redes sociales, al abandonar un evento celebrado en Florida, Estados Unidos, aceleró más de la cuenta en un momento determinado y al echar mano de los frenos, estos no respondieron como debían. Al parecer una de las pinzas se quedó bloqueada, lo que provocó que el coche perdiera el control y fuese a parar a una zanja de la carretera. No obstante, el propietario asegura que la mecánica está en perfectas condiciones y que todos los desperfectos afectan a la carrocería, por lo que no debería tardar mucho en poder arreglar estos daños.

Más de 700 CV

Afortunadamente, todo quedó en un susto y nadie resulto herido, aunque la peor parte se la llevó esta bestia de color naranja. Recordemos que entre las múltiples modificaciones introducidas en el deportivo la más destacada de todas es la presencia de un bloque V8 de 6.2 litros, procedente de un Dodge Challenger SRT Hellcat, que desarrolla nada menos que 717 caballos de potencia. Una cifra impensable para un MX-5.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta