Ninguno de estos dos modelos cuenta con una versión con tracción total pero la filosofía de polivalencia y capacidad de adaptación al terreno del mítico 2 CV sigue presente en estos dos Citroën que poco tienen que ver en estilo y tecnología con su famoso antecesor. El modelo de acceso a esta gama SUV es el C3 Aircross que mide 4,16 metros de largo y este mismo año ha recibido una puesta al día estética que ha reforzado todavía más su atractivo. Está a la venta con motores gasolina PureTech de 110 y 130 caballos, además de un diésel BlueHDI de 110 o 120 caballos. La caja automática de seis relaciones está reservada a los dos motores más potentes de cada uno de los combustibles y los precios arrancan, incluyendo todos los descuentos de la marca, en los 16.890 euros.
El C5 Aircross, con sus 4,50 metros de largo, tiene un aspecto mucho más rotundo e imponente y ofrece una gama compuesta por un motor gasolina PureTech de 130 caballos con cambio manual o automático de seis velocidades, un diésel BlueHDI de 130 caballos, también con las dos cajas de velocidades, y un híbrido enchufable de 225 caballos con hasta 55 kilómetros de autonomía eléctrica. Sus precios arrancan en los 23.290 euros con todas las promociones de la marca.
Las claves de un SUV Citroën
- Diseño. Un SUV debe tener unas formas rotundas pero no intimidatorias y debe diferenciarse del resto de vehículos, algo que aprecian especialmente los clientes de esta categoría. Desde cualquier ángulo los dos SUV de Citroën tienen un estilo tan distintivo que es imposible confundirlos con cualquier otro modelo de esta categoría. Además, las posibilidades de personalización que ofrecen añaden un punto de exclusividad.
- Espacio y modularidad. Los dos ofrecen un extraordinario espacio interior en relación con sus dimensiones exteriores. Sus asientos son abatibles y plegables y la banqueta trasera puede moverse longitudinalmente unos 15 centímetros para modular el espacio entre pasajeros y carga en función de las necesidades del momento. Esto permite que el C3 Aircross pueda disponer de un maletero de entre 410 y 520 litros y transportar objetos de hasta 2,40 metros de largo gracias al asiento del acompañante que se abate hacia delante. Por su parte en el C5 Aircross el espacio de carga puede estar entre los 580 y los 720 litros en función de la posición de la banqueta trasera, aunque en el Hybrid enchufable se queda en 460 litros por el espacio que ocupa la batería.
- Suspensión flexible.La comodidad del bastidor de los Citroën es algo histórico y un elemento distintitivo de la marca pero en el caso de un SUV, que puede afrontar unos terrenos algo más quebrados, se vuelve más importante aún. Los amortiguadores progresivos hidráulicos que equipan tanto el C3 como el C5 Aircross hacen que esa flexibilidad no se traduzca en balanceos excesivos y permiten que los baches más bruscos se filtren de manera suave y progresiva.
- Altura libre. Un SUV está pensado para poder abandonar el asfalto y circular por pistas en buen estado, lo implica algunos posibles baches y más irregularidades del firme. Por ello una mayor distancia al suelo es primordial para este uso ocasional y, además, uno de los elementos más valorados por los clientes, lo que también proporciona un puesto de conducción más elevado. El C3 Aircross ofrece una distancia mínima al suelo de 17,5 centímetros mientras que el C5 Aircross llega hasta los 23 centímetros.
- Grip Control. Este mando giratorio adapta los Aircross de Citroën al terreno por el que se mueven. Actúa sobre el control de tracción, el de estabilidad y la respuesta del acelerador para ofrecer la mejor tracción en cada terreno. Tiene cinco programas de funcionamiento, normal para carretera en buen estado, arena, barro, nieve y otro para desconectar el control de estabilidad, necesario para el uso de cadenas. Es un elemento opcional, cuesta 300 euros, y está disponible con todas las motorizaciones en los dos modelos, salvo en el C5 Aircross Hybrid que no puede montarlo.
