Apenas ha comenzado el 2023 pero los cazadores de joyas clásicas, tan ávidos ellos, no se han tomado ni un momento de descanso estas Navidades. Y fruto de esa constancia tenemos ya una de las primeras 'cazas mayores' del año.
La 'pieza' en cuestión es todo un Ferrari 250 GT Pininfarina Cabriolet de 1961, localizado en Nueva York (EE UU) y que se encuentra a la venta en el portal del especialista local Gullwing Motor Cars. Eso sí, su estado sólo puede definirse con la habitual expresión de los vendedores de 'barn finds': "Ideal para proyecto de restauración".
Y si a la hora de echar cuentas en este tipo de proyectos es imprescindible tomar en consideración el coste de la compra, aquí directamente los 1.275.000 dólares que pide su vendedor (1.202.401 euros al cambio) tal vez echen para atrás incluso a los más valientes.
Un pedazo de historia del 'Cavallino'
Como siempre suele ocurrir en estos casos, la llamativa cotización de este Ferrari tiene una razón histórica. No en vano, el 250 GT Pininfarina Cabriolet está considerado como el primer modelo descapotable de producción de la marca. Hasta su aparición los únicos Ferrari 'sin techo' eran vehículos individuales, creados como 'one-offs' por encargo o transformados por carroceros independientes al capricho de sus sibaritas propietarios.
Entre finales de los cincuenta y principios de los sesenta se llegaron a construir dos series de este modelo, una primera de 40 unidades y una segunda de 200. Según informa el vendedor en su web, este ejemplar en concreto pertenece a la denominada 'segunda serie', siendo el número 152 de 200.
Estos datos, por sí mismos, ya le augurarían una cotización (en estado de concurso) cercana a los cinco millones de euros. Pero la cosa con este 250 GT 'Cabrio' no acaba ahí, ya que sus andanzas están bien documentadas.
Según consta en los papeles originales su primer dueño fue un empresario de Milán, quien lo sacó del concesionario en 1961 y lo disfrutó durante diez años. Es entonces, ya en 1971, cuando este Ferrari cambia de manos y se embarca rumbo a los EE UU, donde ha permanecido guardado hasta hoy.
Sin embargo, a cambio de la protección de su techo, el granero que lo acogió por varias décadas se cobró una tremenda factura en su estado. Si bien el vendedor argumenta que el V12 3.0 arranca y puede mover el coche, la peor parte se la lleva la pintura original 'Blu Scuro', completamente desaparecida y reemplazada por un gris claro que no puede disimular la oxidación severa de ciertos puntos de la carrocería. Al menos, en compensación, el cuero rojo de los asientos parece haber aguantado bien al igual que la madera del aro del volante.
Por todo ello, los 1,2 millones de euros que Gullwing Motor cars pide por este 250 GT Pininfarina Cabriolet apenas representan una quinta parte del valor que alcanzaría perfectamente restaurado en una subasta de prestigio. Pero, aun visto así, dicha cantidad lo ha convertido ya en serio candidato al 'barn find' más caro del 2023. Empieza fuerte el año.
Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
