Koenigsegg es una de esas marcas que a pesar de tener alguno de los hypercar más rápidos del mundo nunca ha llegado a competir en circuitos, algo que el fundador Christian von Koenigsegg no planea cambiar en el corto plazo. Sin embargo, a mediados de la década de los 2000, la compañía tenía la ambición de competir en GT1 y construyó un coche a modo de prueba de concepto adaptándose al reglamento existente en ese momento. Las reglas cambiaron antes de que el coche comenzara a correr, por lo que los sueños de Le Mans de Koenigsegg terminaron con un solo coche. Ese coche ha estado en manos de un solo propietario privado desde entonces, y ahora puede ser tuyo. Si tienes unos cuantos millones de euros a mano.

El único CCGT se construyó para la antigua categoría GT1, la clase en la que competían coches de la talle del Corvette C6, Aston Martin DB9, Ferrari 550 y Saleen S7 en sus breves días de gloria. El desarrollo tuvo lugar entre 2003 y 2007, pero un cambio en la regulación para mantener las carreras de GT1 más en línea con los coches de producción que se ven en la carretera significó que la ventana para ingresar a un coche tan único se cerró cuando el CCGT terminado podría haber sido homologado.

El GT1 único que nunca llegó a correr se venderá en Goodwood

El único coche terminado no corrió hasta que finalmente se vendió a un propietario privado, que solo lo usó para lo que la lista de subastas de Bonham llama "exhibiciones ocasionales". De lo contrario, se ha mantenido en "condiciones de temperatura controlada, secas y oscuras, sujetas solo a operaciones de mantenimiento del motor dos veces al año". El coche no era apto para competir en carreras de GT1 cuando se completó, pero el anuncio señala que la organización Masters Historic Racing ya decidió que sería aprobado para competir en su serie histórica equivalente. Por supuesto, la falta de repuestos, el desarrollo por parte de los equipos de carreras de los clientes y los datos históricos de ejecución dificultarían la vida de cualquiera que intente ganar en una serie de este tipo.

El coche está listado para ser vendido en el Goodwood Festival of Speed a finales de este mes. Con un precio estimado entre 3,25 millones y 4,36 millones de dólares, unos entre 3 y 4 millones de euros lo convertiría en uno de los GT modernos más caros del mundo, pero esos coches no son únicos.

Vía: Road & Track
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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.