En alguna ocasión habrás pensado que te gustaría asistir a las tandas privadas que se realizan en el circuito local más cercano a tu casa rodeado de algunos vehículos con grandes preparaciones y otros clásicos que derrochan sabiduría y belleza en cada giro que completan. Uno de las mejores opciones en referencia a estos últimos ha salido a subasta en Classic Driver.
En el año 2016 sacó a subasta varios ejemplares de Lamborghini en unas condiciones espectaculares de entre los que destacaban un par de Miuras y ahora, el presentador y actor Adam Carolla, ha decidido deshacerse de su impoluto BMW 3.0 CSL de 1972. Hablamos de un ejemplar con especificaciones de competición y con un largo historial de fines de semana presente en los circuitos a lo largo de su trayectoria.
Al parecer este coche adoptó dichas especificaciones recién salido de fábrica y fue utilizado por su dueño original durante 30 años en eventos deportivos en Alemania. Años más tarde pasó por las manos del actor Cullen Crabbe, quien decidió actualizar el vehículo con las especificaciones del Grupo 2 y usarlo en eventos clásicos, antes de llegar al garaje de Carolla en el año 2011.
Desde entonces nunca ha participado en una carrera, pero ha recibido un mantenimiento continuo y un seguimiento que se traducen en un estado como recién salido de fábrica. Bajo esa llamativa carrocería de tonos negros, azules y rojos se esconde un auténtico pura sangre con un propulsor de 3.0 litros y seis cilindros en línea, llegando a entregar potencias que alcanzaban los 480 caballos.
Todos aquellos interesados deberán ponerse en contacto con esta compañía para que les facilite un precio de salida del vehículo dado que no lo han hecho público. Sin duda, su próximo comprador se llevará una autentica leyenda de las carreras.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta