Este es uno de los resultados más llamativos que arroja el informe elaborado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, que durante cinco años han estudiado cómo influye la velocidad y el estilo de conducción en las emisiones contaminantes y el consumo de los turismos.

Los motores diesel fruto de la corriente denominada downsizing, consistente en reducir la cilindrada de los propulsores incrementando al tiempo su rendimiento específico para mantener los niveles de potencia, han demostrado en según este estudio que no son realmente eficaces para reducir el consumo; es más, en realidad emiten mayores niveles de óxidos de nitrógeno (NOX). No obstante, otras soluciones técnicas como los sistemas stop/start sí son realmente eficaces para luchar contra el consumo y la contaminación en las ciudades, logrando reducir hasta un 20 por ciento en el gasto de combustible.

Conductor agresivo, conductor ineficiente
El estudio concluye además que el estilo de conducción es determinante en el nivel de emisiones, algo que no necesitaba mucha experimentación, por otra parte. Una conducción urbana agresiva deriva en más consumo y emisiones contaminantes; de hecho usar con frecuencia las marchas cortas y conducir con fuertes aceleraciones genera un aumento del consumo de hasta un 60 por ciento y de las emisiones de óxidos de nitrógeno hasta un 40 por ciento.

Para no contaminar: evitar el coche para desplazamientos cortos y acelerar con suavidad.

Así mismo, el informe demuestra que en el tráfico urbano el consumo y las emisiones aumentan a medida que se disminuye la velocidad de circulación, mientras que en carretera la tendencia cambia y se reducen el consumo y las emisiones cuando se circula en zonas llanas a 80 kilómetros / hora. "Se ha demostrado adicionalmente que reducir la velocidad de 120 a 110 en zonas llanas permite una reducción de hasta un 11 por ciento de forma puntual, aunque en valores medios la reducción no alcanza el 5", agrega el documento difundido por la Politécnica de Madrid. Las mayores emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos no quemados y partículas se generan durante los primeros veinte minutos de funcionamiento del motor, además de que aumenta el consumo de combustible.

El estudio recomienda conducir con marchas largas, evitar la utilización del coche en trayectos cortos, de menos de veinte minutos y evitar las aceleraciones bruscas.

Los investigadores han desarrollado un equipo de medida de emisiones y actividad del vehículo que registra, además de la concentración de los diferentes gases y del caudal de gases de escape, parámetros de funcionamiento como velocidad y posición, temperaturas y régimen de giro del motor y condiciones atmosféricas. Los científicos han ensayado con diez turismos diesel y gasolina.