Acompañado hasta el último momento por su mujer, Giorgia, y sus hijos, Lorenza y Paolo, Sergio Pininfarina falleció ayer. Nacido el 8 de septiembre de 1926, el ingeniero y diseñador siguió la vocación de su padre, Battista "Pinin" Farina y pasó gran parte de su vida trabajando en la compañía familiar, Pininfarina, dedicada al diseño y la construcción de automóviles.

Su nombre está ligado al diseño italiano y a Ferrari, pues la firma Pininfarina ha diseñado algunos de los coches más sofisticados y aclamados de Ferrari, aunque la marca Pininfarina también trabaja en otras áreas creativas. Fue presidente de la patronal italiana Cofindustria de 1988 a 1992 y desempeñaba el cargo de senador vitalicio desde que su nombramiento por el Presidente de la República italiana Carlo Azeglio Ciampi el 23 de septiembre de 2005.

"Manifiesto mi pesar por la pérdida de Sergio Pininfarina, con el que perdemos a un protagonista de nuestro país", señaló hoy el vicepresidente del Senado italiano, Vaninno Chiti, que recordó el "histórico compromiso emprendedor que ha llevado alto el nombre de Italia" del senador turinés.

El Miguel Ángel del automóvil

De la amplia saga de grandes carroceros italianos, Pininfarina fue su máximo representante, pues nadie como él esculpió las carrocerías de los automóviles. Vivió los tiempos modernos de la mecanización imparable que ahora representa el automóvil, pero que en los tiempos del Renacimiento adelantó otro genio como Leonardo Da Vinci.

No obstante, su inspiración en proporciones y en los trazos que supo llevar a los coches en que se inspiró, le acercaron más al otro gran genio de aquel Renacimiento que fue Miguel Angel Buonarroti, aquel supremo artista que terminada su escultura del David, solo acertó a pronunciar un imperativo "¡habla!".

Los coches de Pininfarina hablaban con ese lenguaje que en los tiempos contemporáneos solo se oye con los ojos y la admiración de una estética sublime: la rúbrica del genio. Procedencia y pedigrí se juntaron, pues era hijo de Battista Pininfarina, fundador de la empresa de carrocerías, y primo de Giuseppe Nino Farina, campeón del mundo en 1950 con Alfa Romeo.

Su preparación académica se saldó con una licenciatura en ingeniería mecánica por la Universidad Politécnica de Turín en 1950 y luego desarrolló su carrera profesional en la empresa familiar Carrozzeria Pinin Farina. Se trataba de una compañía especializada en carrocerías y en el estudio de la aerodinámica aplicada a vehículos y, con el tiempo, derivó a un poderoso grupo industrial del sector del automóvil y el transporte poderoso, pero que en los últimos tiempos ha estado sometido a diversas vicisitudes de gestión familiar.

Las creaciones de Pininfarina han tenido como máximo exponente los Ferrari, pero otras marcas como Maserati no se sustrajeron al sello de esa genialidad.

Cadillac, Peugeot, Jaguar, Volvo, Alfa Romeo, Lancia, Ford, MG e incluso firmas poco implantadas en el acervo de los aficionados como la rusa Lada (del fabricante AutoVaz) recibieron algunas de sus impactantes creaciones en formas de proyectos, bocetos o creaciones definitivas de las que circulan por calles o carreteras.

En 2006 Sergio Pininfarina se convirtió en presidente honorario de la empresa y fue sustituido por su hijo Andrea, fallecido en 2008 en un accidente de tráfico. Sergio Pininfarina ha sido presidente de la patronal italiana Confindustria de 19988 a 1992 y en 2005 fue nombrado senador vitalicio por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.