Ya lo anunció en julio de 2018, Trump quería más impuestos para los automóviles y componentes procedentes de Europa que se venden en los Estados Unidos, pero por el momento esta guerra comercial del presidente de los Estados Unidos parece que se relaja dado que el líder político ha decidido dar una tregua y por el momento retrasará en hasta 6 meses su decisión sobre si imponer o no nuevos aranceles al sector del automóvil europeo, según publica la cadena de televisión CNBC y recoge Europa Press.

Y es que actualmente Trump está inmerso en una guerra comercial con China por lo que ha decidido cerrar momentáneamente la disputa con Europa. En principio los nuevos aranceles entraban en vigor este sábado 18 de mayo e iban a afectar tanto a la importanción de automóviles como de componentes procedentes de Europa, con el fin de supuestamente proteger a las empresas estadounidenses.

Las marcas europeas de automóviles suponen en EE.UU 120.000 empleos directos en fábricas y 420.000 más en concesionarios.

Por el momento el presidente se ha tomado 180 días para estudiar las posibles actuaciones en esta cuestión dado que desde la Comisión Europea se advirtió a Trump de medidas similares para el sector del automóvil norteamericano.

El objetivo de Trump es poner unos aranceles de hasta el 25% lo que supondría unos 441.000 millones de euros y gravar con nuevos impuestos un 2,8% de las importaciones mundiales, algo que podría no salirle gratis al presidente dado que hay que tener en cuenta que las marcas europeas de automóviles suponen 120.000 empleos directos en plantas de fabricación en Estados Unidos y 420.000 más en concesionarios.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.