Puede que todo se quedara en cualquier caso en un simple (y enorme) susto y que este enorme camión a toda velocidad por el arcén nunca acabara dando a este Porsche 911 GT3, colocado casi al límite. Pero sea como sea la secuencia pone los pelos de punta.
Todo tiene lugar en una autopista en el estado de Nueva York con un buen atasco y el protagonista de la escena con sus ruedas izquierda pisando la línea del arcén. De repente vuelve a mover el coche ligeramente hacia dentro antes de que aparezca el tráiler a toda velocidad por el arcén, no sabemos bien si a causa de un un fallo de frenos o una distracción corregida demasiado tarde y que llevó al conductor del camión a desviarse por un lugar por el que evitar arrollar a todo el tráfico.
El que no parecía estar nada distraído es el conductor del Porsche que descubre y reacciona a la situación justo a tiempo demostrando tener no solo unos reflejos impresionantes, sino también la calma suficiente para mover su coche lo justo y necesario para salvarse sin chochar con otro vehículo como consecuencia. Y es que no todos los conductores suelen mirar el espejo retrovisor mientras están parados en un atasco.
Lo poco que se sabe es que afortunadamente el camión se detuvo de manera segura y con suerte sin provocar daños a otros vehículos o cualquier otro elemento fuera del carril. Un verdadero milagro.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
