Jeremy Clarkson es ahora mismo un hombre perseguido por su pasado. El ex presentador de Top Gear se encuentra inmerso en el lanzamiento de su nuevo espacio de motor, que se emitirá finalmente en Amazon, es decir, vía web. El británico quiere hacer borrón y cuenta nueva, dejar atrás su etapa en la BBC pero algunos de sus episodios más dantescos, protagonizados en la última etapa de su programa, están lejos de cerrarse.

Hoy hemos conocido que Clarkson y otros responsables de Top Gear podrían ser condenados en Argentina si al final el tribunal que había sobreseguido su caso decide dar validez a las apelaciones que tres fiscales han presentado por los incidentes producidos en Tierra de Fuego el año pasado. Recordemos que se les acusa de alteración del orden público, pero también de sustituir ilegalmente las matrículas de los automóviles con los que circulaban por las vías públicas.

Tanto Clarkson como James May y Richard Hammond fueron expulsados del país después de que una de las placas de sus automóviles fuera interpretada como una grave provocación por los habitantes de la región. En dicha matrícula podía leerse 'H982 FKL', algo que se tradujo como "1982 Falklands", lo que trajo a la memoria de todos el conflicto de las Malvinas.

La jueza María Cristina Barrionuevo ha retomado la investigación y según informan varios medios locales, podría dictaminar hasta tres años de prisión para Clarkson y los responsables de la BBC implicados. Veremos si al final la broma no le sale más cara de la cuenta, aunque él, por cierto, siempre sostuvo que fue una "fatal coincidencia".

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.