A mediados de los años 60, Enzo Ferrari se encontró con una normativa que le impedía inscribir a la Scudería en la Fórmula 2. Eran necesarios al menos 500 vehículos de calle dotados con el mismo motor que el monoplaza de carreras, un propulsor con una configuración un tanto particular y desde luego, demasiado compacto para sus deportivos de entonces: ¡un V6 de 2.0 litros!
El Fiat más Ferrari
Ferrari no dudó en poner en marcha su proyecto Dino, el que le llevaría a la postre a contar con un modelo más compacto y asequible que nunca pero para eso quedaba todavía mucha tela que cortar pues en esta época, la marca del cavallino rampante entró en serios problemas financieros hasta que Fiat acudió a su rescate. ¿Resultado? La marca de Turín recogió el testigo de aquel proyecto de carreras, encargó a Bertone el diseño de este Fiat Dino Coupé de calle y a Pininfarina el del Spider. Pronto, logró producir las unidades imprescindibles que se le requerían.
Así las cosas, un joven Giorgetto Giugiaro, por aquel entonces a las órdenes de Bertone, se encargó de llevar a cabo dicho trabajo dando lugar a este Dino tan particular, con un motor ubicado en posición delantera –a diferencia del Ferrari- pero construido en aluminio y que al año siguiente subió de cilindrada hasta los 2.4 litros.
Producido en Manarello y con numerosos componentes compartidos con el famoso Dino de Ferrari, este Fiat carece del flamante diseño y también de los preciados logotipo del cavallino, pero ojo porque cuenta con numerosos avances técnicos de la época, componentes 100% origen Ferrari como una suspensión trasera independiente, unos potentes frenos de disco en las cuatro ruedas, cambio de 5 marchas y por supuesto, un señor V6 de 160 caballos -180 CV tras el aumento de cilindrada- bajo el capó pero dispuesto a enviar su potencia a las ruedas traseras.
Al mejor postor
La unidad que está a la venta en Ebay es una de las primeras, es decir, data del año 1968 y cuenta con las especificaciones del mercado norteamericano. Los 36.000 dólares que piden por ella (poco más de 33.000 euros al cambio) nos siguen resultando un tanto excesivos, sobre todo teniendo en cuenta el trabajo de pintura y retoque que requiere esta unidad pero en cualquier caso, seguro que hay alguien dispuesto a pagar a precio de Ferrari lo que realmente, es un Ferrari a excepción eso sí, de las siempre cotizadas insignias…
