Al final de esta primera jornada, los medios presentes en Jerez hemos tenido la oportunidad de hablar con Pedro de la Rosa, que nos ha contado sus sensaciones con el F111, con el equipo y también sobre los crash tests del nuevo monoplaza a los que se enfrentarán mañana miércoles y jueves.

El objetivo de hoy era 'romper el hielo' con el F111 pero también con el equipo, ya que para el español es vital conocer a todos los miembros: "Hemos hecho pocos cambios en el coche, porque no tiene sentido, pero sobre todo hoy el objetivo era que yo me encontrase cómodo, quitarme el óxido, qué parece una tontería pero no lo es y que sobre todo nos conociéramos. Que cada uno haga las cosas por instinto, que es cuando en un equipo las cosas funcionan bien".

Su regreso al monoplaza como piloto oficial ha sido muy satisfactorio. Ha aprovechado el día para adaptarse de nuevo a su montura y las sensaciones han sido buenas: "Muy bien. El coche es lo que yo me esperaba. Cuando estás a cuatro o cinco segundos de la cabeza es lo que esperaba. Mucho más satisfecho, terriblemente satisfecho con la gente con la que trabajo, sorprendido por la calidad. Hay un mix muy interesante de juventud y gente veterana".

Pero ahora piensan en mañana, cuando participarán en el primero de dos crash tests. El segundo será al día siguiente y De la Rosa, aunque prefiere no dar nada por seguro, espera que puedan superarlo con éxito: "No confío. Tenemos dos crash test mañana y pasado y esto determinará mucho si podemos estar en Barcelona. Por eso era tan importante estar aquí, porque no sabemos si estará en Barcelona. Creemos que sí, pero hay que estar a la expectativa de lo que pase mañana y pasado".

"Hemos esperado varios meses, ahora en 48 horas sabremos si lo hemos pasado. Tampoco es el fin del mundo pasarlo o no, pero estamos tan próximos a Australia que tenemos poca capacidad de reacción. Si se pasa a la primera, perfecto, y si no, todavía tenemos unas semanas para llegar a los tests de Barcelona".

En cuanto a los tiempos de hoy, considera que no son importantes a nivel comparativo, pero sí a nivel personal. Está seguro de que han mejorado mucho el coche, pero aún así recuerda que no lucharán con los de delante: "En teoría no estaremos a cuatro segundos, pero seguimos estando lejos. pero que nadie piense que vamos a estar delante. Hemos dado un salto cualitativo, o diría que diez, ésa es la realidad".

"Luego está la fiabilidad, tenemos que entrenar y conseguir el kilometraje para lograr esa fiabilidad. Tenemos una pretemporada muy intensa, pero necesitamos tener el coche cuanto antes. Eso nos ayudaría a llegar a Australia en buenas condiciones".

"Los tiempos no son nada importantes, salvo para el que lo ha hecho, que sabe con cuántos kilos de gasolina lo ha hecho y con qué neumático. Estamos con los duros, medios y blandos y cargas de cero a 150 kilos. No son muy importantes los tiempos en invierno".

Para mañana, su último día de pruebas en Jerez, mantendrán el programa de adaptación de hoy: "Seguiremos el plan de hoy. Tampoco buscaremos muchísimo kilometraje. Aprenderemos de los neumáticos sobre todo, y que todos vayamos más coordinados. Kilometraje poco, pero que los mecánicos sobre todo ganen en rapidez al hacer cambios en el coche. Y yo personalmente continuar mi adaptación y aprender un poco de los neumáticos".

"Diréis que los conozco muy bien, pero se han estrechado las diferencias entre duro, medio y blando. Los saltos ya no son tan grandes como los de antes".

"He puesto el blando al final y la verdad es que se nota, pero el año pasado la diferencia entre medio y blando era de un segundo o más, y lo mismo entre duro y medio. Hoy las diferencias han disminuido a la mitad o menos".

También ha comentado que no le gusta el escalón del morro que incorporan la mayoría de coches de la parrila de 2012, pero lo da por bien empleado si lo hace más competitivo: "Los coches modernos, hay que decir la verdad, con el escalón delantero son más feos, hemos ganado en fealdad. Pero al final es lo que dice todo el mundo. El coche que gane es el más bonito. Pero hay que reconocer que el escalón no es atractivo, a mí no me gusta".