"Ellos querían interrumpir el GP y ya lo tienen", ha apuntado Dumontier al periódico Montreal Gazette. Y es que como explicó el propio Françoi, el número de ventas para ir a ver en directo la Fórmula 1 al circuito Gilles Villeneuve comenzó a reducirse cuando la noticia de las amenazas se conoció a nivel internacional.

"No puedo recordar la última vez que no se agotaron. Hace mucho tiempo", ha asegurado Dumontier en relación al poco ritmo de entradas que ha generado la carrera de este año.

Además, la organización, por miedo a represalias, se vio obligada a cancelar el tradicional día de jornadas abiertas que iba a tener lugar hoy jueves para que los aficionados visiten el trazado y conozcan el pitlane.

"Yo no quería poner en peligro el fin de semana. Imagínese si alguien con malas intenciones estuviera de pie delante de un piloto o en un garaje abierto", ha indicado Dumontier.

Por ello, la decisión de suspender el día de puertas abiertas ha sido entendida por todos en el paddock, aunque los equipos han manifestado su decepción. "Los equipos me han dicho que entienden la decisión de cancelar, pero dicen que es una pena porque lo disfrutan. No fue un placer cancelarlo", ha concluido el promotor del Gran Premio.