Cuatro organizaciones no gubernamentales escribieron esta semana una carta dirigida a Bernie Ecclestone, los equipos y sus patrocinadores como llamamiento para que se replantearan su decisión de organizar la carrera, principalmente por la reciente situación en Bahréin con los derechos humanos. En ella se declaraba que si la prueba seguía adelante, esta se organizaría en un país donde el gobierno continúa cometiendo grandes violaciones de los derechos humanos, desde detenciones arbitrarias hasta la tortura.

A esta le siguió otra carta de un grupo de parlamentarios británicos agrupados bajo el nombre de 'All Party Parliamentary Group for Democracy in Bahrain' (Partido de todo el Grupo Parlamentario por la Democracia en Bahréin) y una moción de la Cámara de los Comunes pidiendo la anulación de la carrera.

Bernie Ecclestone respondió a las organizaciones no gubernamentales a través de una carta de su puño y letra en la que daba una escueta respuesta y rechazaba las peticiones de suspensión del GP. En ella se podía leer: "Es una gran lástima que todo ello no se me presentara antes de septiembre de 2012 cuando se dio forma definitiva al calendario FIA de la Formula 1. Ahora es demasiado tarde para hacer cambios en el calendario. Tampoco he recibido quejas de ningún periodista acreditado para la carrera de este año".

Está previsto que las protestas prosigan durante los días previos hasta la misma conclusión de la carrera el domingo. La prueba del año pasado sólo siguió adelante después de que Ecclestone y la FIA recibieran garantías totales de que el reino era seguro para el personal de la F1.