El mundo de la Fórmula 1 no da tregua normalmente ya que, todos los equipos se centran al máximo cada temporada en crear el coche más competitivo posible para el comienzo del campeonato y de evolucionarlo constantemente hasta, prácticamente, la última prueba del año.

Sin embargo, los grandes cambios que vivirá el Gran Circo en la temporada 2014, ha hecho que todos los equipos trabajen desde el mismo comienzo de la temporada en dos proyectos, el actual y el del año que viene para intentar optimizar al máximo el tiempo en las fábricas y asegurarse de estar bien preparados para la Fórmula 1 de los próximos años.

Así, equipos con muchos medios como puede ser el caso de Ferrari o Red Bull, crearon dos grupos de trabajo distintos para evolucionar con garantías de éxito sus proyectos de esta temporada y de la siguiente sin tener que elegir como sí que han tenido que hacer equipos más limitados económicamente y que, según avanza la temporada, van poniendo más esfuerzos en 2014.

Luca Marmorini, Director de Motores de la Scuderia Ferrari, estuvo en Silverstone este fin de semana y habló con la prensa sobre los grandes cambios que se avecinan para el año que viene en la F1 (motores V6 Turbo, el nuevo ERS que sustituirá al actual KERS, límite de revoluciones del motor a 15.000 revoluciones, duración de 5.000 kilómetros para los propulsores…), los cales suponen el cambio más radical en este deporte en décadas.

"No hay un aspecto individual del proyecto nuevo que sea más crítico que otro", comentó el ingeniero. "Diría que es difícil en todos los aspectos. Por ejemplo, el turbo es un tipo nuevo que alcanza los 25.000 rpm y es algo totalmente novedoso, sin lugar a dudas. También la complejidad de la electrónica y los sistemas de gestión son un paso muy grande hacia adelante, lo cual significa que la gestión de los motores va a ser un reto muy difícil".

En el pasado, en circuitos que exigían mucho a los motores, era costumbre ver a muchos pilotos retirarse por roturas de motor, pero recientemente, los niveles de fiabilidad son muy altos en este aspecto debido a los pocos cambios en lo relacionado a los propulsores en los últimos años. Sin embargo el próximo año, donde todo empieza de cero, será otra historia.

"Tenemos que desarrollar el tren de fuerza en un periodo corto de tiempo y esto significa que la fiabilidad será un factor que decidirá las carreras en la primera parte de la temporada", opinó Marmorini. "En la mayoría de los casos la gente situará sus turbos en la parte central trasera del motor y, por tanto, cerca de la electrónica, y las temperaturas pueden llegar a mil grados y eso no será fácil de afrontar. Gestionar las temperaturas será una de las cosas que tendremos que trabajar. Ya rodamos con un prototipo a finales de temporada el año pasado, mientras que estamos completando la que rodará con el coche actual en estos momentos", reveló el italiano. "Tenemos un plan muy exigente para estar listos en marzo. No nos podemos permitir ningún resbalón y estoy seguro de que estaremos preparados. Hemos estado trabajando bastante tiempo para tener este coche preparado, pero se trata de un reto exigente. Solo en la primera carrera del año que viene podremos comprobar si hemos hecho un buen trabajo".

Otro punto que puede ser clave en los primeros compases de la temporada es el de la eficiencia del combustible. Y es que el flujo de combustible en estas nuevas unidades de potencia no puede exceder de los 100 kilos por hora y hay preocupación por que esto suponga un retorno a que los pilotos tengan que ahorrar combustible en vez de correr.

"Ferrari siente que esto puede ser un peligro", admitió Marmorini. "Nos gusta que la Fórmula 1 considere la eficiencia, pero no nos gusta que la F1 sea un deporte en el que se vaya a una velocidad constante durante el 50% de las vueltas".

Conscientes de que los nuevos motores serán, probablemente, los que marquen las diferencias más allá de cualquier otro cambio, en Ferrari saben que con el proyecto nuevo de 2014, tiene que haber un acelerón y crear un propulsor a la altura el primer año para que, en los siguientes, tengan una buena base la que trabajar.

"Con una unidad de potencia completamente nueva, tiene que haber algún tipo de desarrollo del primer al segundo año", siguió el hombre de Ferrari. "La cantidad de modificaciones que puedes realizar se reducirá de un año para otro, con una notable cantidad de modificaciones en el primer año y una reducción en el segundo y tercer año. En el tercer y cuarto año llegaremos a una situación muy similar a la que tenemos ahora".

Por último, Marmorini hablaba sobre la potencia de los nuevos motores V6 Turbo que, pese a tener menos potencia (600-650 caballos) que los actuales (750 caballos), seguirán cerca gracias a los 160 caballos que aportará el ERS en comparación con los 80 que aporta el KERS. El italiano afirmaba que será muy complicado no tener problemas de fiabilidad y que el que mejor los controle, tendrá mucho ganado.

"Cuando definimos este reglamento con la FIA, la idea era tener unos caballos de potencia similares a los que tenemos hoy. Un motor de F1 actual tiene entorno a 750 caballos, y tienes 80 caballos más con el KERS. El año que viene, con un motor de entre 600 y 650 caballos, y un extra de 160 caballos del ERS, si sumas los dos, es muy similar a lo que tenemos hoy. El año que viene, el que sepa manejar bien el motor y sea fiable, tendrá buenos resultados. Pero será difícil completar la temporada sin problemas, teniendo en cuenta que cada unidad cubrirá entre cuatro y cinco mil kilómetros, que es casi el doble de lo que hacemos ahora".