La llegada de Paddy Lowe a Mercedes como, de momento, director ejecutivo del área técnica, deja a Ross Brawn, actual jefe de equipo, en una posición en la que gradualmente irá cediendo responsabilidades al recién llegado para que, en un momento entre aquí a un año o 18 meses, asuma las tareas al frente del equipo. Surgidos tras tales noticias, los rumores apuntaban a que Brawn podría volver a Ferrari con un cargo superior, aunque el británico ya se ha apresurado a negar tales especulaciones.

Para el jefe de equipo de Mercedes, su regreso a Il Cavallino Rampante no es una opción. "Primeramente, nunca he debatido la posibilidad de regresar a Ferrari. Tuve momentos maravillosos en Maranello y amo tanto a Italia que la próxima semana estaré de vacaciones en Forte dei Marmi. Pero estoy contento de estar con Mercedes y he de decir que hemos hecho un buen trabajo. La llegada de Paddy Lowe no cambia la situación, ya que yo tengo un rol diferente en el equipo", afirmaba Brawn al diario italiano La Gazzetta dello Sport.

Los rumores sobre un hipotético retorno del británico a Ferrari se incrementaron tras las declaraciones de Luca di Montezemolo, presidente de la Scuderia, en las que presionaba a su equipo y les instaba de forma rotunda a seguir mejorando para alcanzar los resultados que Il Cavallino Rampante se merece. Ante esta presión, Brawn ha quitado hierro a la situación interna en Maranello al afirmar que en la Fórmula 1 siempre se vive con ésta situación. "En la F1 estamos acostumbrados a la presión, sobre todo aquellos que trabajan en los tres o cuatro equipos punteros. Todos queremos ganar y yo estoy bajo escrutinio como lo está Domenicali. Pero uno de los secretos del éxito en el deporte de motor es la estabilidad: nosotros en Mercedes somos competitivos de nuevo gracias a un trabajo que empezó hace 18 meses", aseguraba Brawn a La Gazzetta dello Sport.

Recientemente, Montezemolo arremetió contra Mercedes al señalar que las tres victorias del equipo se habían sucedido tras el entrenamiento privado con Pirelli. En opinión del británico, el triunfo en Hungaroring desacredita las palabras del italiano: "Todo lo que digo es que ganamos en Hungría con neumáticos que no habíamos usado antes ya que no pudimos hacer los test de Silverstone. Pero sé lo entusiasta que es, así que entiendo su estallido", añadía.

Centrado en la competitividad de Mercedes en 2013 y en el monoplaza y las regulaciones técnicas del próximo año, Brawn afirma que será importante estar completamente listos para la temporada 2014 aunque tampoco han de olvidar la vigente campaña. "Es importante prepararse bien para 2014. Pero si tenemos la oportunidad de luchar por este Título (el del 2013), entonces, ¿por qué no intentarlo? Sin embargo, es bastante difícil; Sebastian Vettel y Red Bull son muy constantes, apenas van a cometer errores serios", señalaba el británico en referencia a la lucha por el Mundial de este año.

Actualmente, Mercedes es segunda en la Clasificación de Constructores con 208 puntos y su piloto mejor posicionado, Lewis Hamilton, ocupa la cuarta posición en el Mundial de Pilotos con 124 guarismos en su casillero.