Más allá de la exhibición de Sebastian Vettel en Singapur, donde el alemán logró su tercera victoria consecutiva y la séptima de la temporada, además de su tercer Grand Chelem en Fórmula 1, otra de las imágenes que se quedarán grabadas en la retina de los espectadores es la de Fernando Alonso recogiendo a Mark Webber en medio de la pista al término de la prueba, para llevarle de vuelta a boxes tras retirarse en la penúltima vuelta.

Aunque en un principio la acción recibió aplausos por el gesto del español con su amigo, además de algunas risas por el modo en que Alonso conducía prácticamente sin ver por tener la pierna de Webber metida en el cockpit, las imágenes de la cámara on-board del F138 del bicampeón, dejaron fuera de dudas la imprudencia que cometió.

Alonso se detuvo a la salida de la curva siete en su vuelta de regreso a boxes, donde Mark Webber aguardaba junto a un comisario la llegada del español. Sin embargo, la 'zona de recogida' es una de las más comprometidas del circuito, ya que los pilotos vienen de la recta más larga del trazado y, normalmente, al final de carrera buscan los exteriores para recoger goma.

Así, Lewis Hamilton estuvo a punto de llevárselos por delante ya que al salir de la curva no le quedaba casi tiempo de reacción, por lo que tuvo que irse hacia el exterior para no comisionar con el F138 y, por suerte, Webber no estaba en esa zona por la que 'atajó' el británico.

"Estaba haciendo mi vuelta, doblé la curva y Fernando estaba allí, y me quedé muy sorprendido. Fui a la derecha, pero si Mark hubiera estado caminando por donde fui, entonces lo habría atropellado. Afortunadamente, ese no fue el caso", dijo Hamilton al concluir la carrera. "En el deporte, algo así es genial. Recuerdo a Nigel Mansell y Ayrton Senna. Para los aficionados es bueno verlo, y siempre y cuando se haga de una manera segura, no parar en la línea de carrera, tal vez se deba permitir en el futuro".

La acción fue investigada por los comisarios y, tras hablar con los pilotos y hacer un visionado de las imágenes, decidieron sancionar a cada uno con una reprimenda, con la diferencia de que es la primera para el español y la tercera para el australiano, lo que le supone una penalización de diez puestos en parrilla de la siguiente carrera: Corea.

Es por eso que Christian Horner se ha mostrado bastante molesto por la decisión que tomaron los comisarios con respecto a la acción ya que cree que con una sanción económica o una simple llamada de atención habría bastado porque, en el fondo, no había intencionalidad alguna de provocar una situación peligrosa y, además, es algo que no ocurre por primera vez.

"Los pilotos han subido a otros en su coche en años anteriores, ocurrió al revés con Mark y Fernando en otro lugar [Alemania 2011 n.d.r]", ha recalcado Horner. "Una de las imágenes más icónicas que recuerdo es la de Nigel Mansell recogiendo a Ayrton Senna y subiendo en el coche (GP de Gran Bretaña de 1991). En esta ocasión fue bueno para el espectáculo, bueno para la tele y deberían haberlo solucionado con una multa o un tirón de orejas", ha dicho el jefe de Red Bull. "Lo que es una pena es que terminara en una reprimenda y como es la tercera significa una penalización de diez puestos. Lamentablemente, las reprimendas son lo único que tienen ahora los comisarios, y quizá en este caso hubiera bastado con hablar con los pilotos. Lo ideal hubiera sido una multa, pero no creo que eso esté ahora disponible para los comisarios (solo se les puede multar a los equipos)", ha continuado "Es frustrante porque ahora pone a Mark un paso atrás en Corea, y eso es la parte que realmente no tiene sentido", finalizó.