El ambiente en el paddock de Austin es mucho menos tranquilo de lo que cabría pensar de un campeonato donde casi todo está decidido, al menos en lo que se refiere al ámbito estrictamente deportivo. El problema es que otros asuntos están en plena efervescencia, concretamente los que atañen al mercado de pilotos. Uno de sus principales protagonistas es Pastor Maldonado, el todavía piloto de Williams, que hoy ha sufrido lo indecible con su coche y que, profundamente descontento, ha explotado en sus declaraciones a la prensa para manifestar su verdadera opinión sobre el pobre rendimiento de hoy en el Circuito de las Américas.

"Durante todo el fin de semana no hemos podido dar con las temperaturas de los neumáticos y creo que ahí en el equipo están jugando mucho con las temperaturas de mi coche", ha dicho el de Maracay. "No hemos podido lograr poner la temperatura correcta en las gomas, las presiones… parece que cada goma tiene una distinta", algo que no sería tolerable si se busca el mejor rendimiento del coche.

Consultado sobre si su coche tenía la misma puesta a punto que el de Bottas o si al menos eran muy similares –aunque probaron cosas distintas el viernes–, Pastor ha sido contundente al mostrar su desconfianza: "Estuvimos probando elementos distintos, pero en cuanto a puesta a punto es difícil de saber porque no soy yo quien lo pone en el auto", ha asegurado. La idea del sabotaje es inevitable.

Desde el equipo Williams, el veterano Xevi Pujolar ha salido al paso en su rueda de prensa –ya prevista antes de este 'affaire'– para expresar la postura de la escudería: "Es todo una cuestión de neumáticos, y depende de cómo vaya la vuelta de calentamiento y cómo hagas la tanda de vueltas puede ir muy bien o perderlo todo, porque el agarre es muy bajo", ha dicho en referencia al trabajo de los pilotos para calentar los neumáticos en la vuelta de salida de los boxes.

La explicación de Pujolar ha sido completa, y siempre trata de exculpar al equipo: "En los Libres 3, el equipo casi consigue que ambos coches tuvieran el mismo, pero en calificación un coche no lo consiguió. Así es como va el agarre: en cuanto pierdes un ápice de confianza, parece mucho peor de lo que realmente es. No es nada más que eso", ha insistido para descartar la posibilidad de una manipulación del coche de Pastor.

Pujolar ha vuelto a pasar la pelota al tejado de Maldonado: "Hay una diferencia en la forma en la que empezaron su vuelta de calificación, pero no porque haya habido un error. Se trata de cómo se conjuga todo. Tienes que hacerlo todo de una forma específica y no funcionó", ha sentenciado.

Pastor no cree completamente en esta postura oficial del equipo, e insiste en que "tal vez o tal vez no" hubo una actuación deliberada de los ingenieros en su coche. El venezolano ha insistido mucho sobre la idea de que nunca le había pasado nada similar en los tres años que lleva como piloto de Grove.

"No sé por qué soy lento y no me han dicho cuál es el problema", ha dicho Pastor.

Una pizca más de tensión en un paddock especialmente crudo en las últimas semanas, a pesar de las terrazas VIP y la puesta de largo de escenarios tan cautivadores como Yas Marina o este Circuito de las Américas.