El mundo relacionado con la Fórmula 1 presencia con inquietud los problemas económicos que atraviesa la competición actualmente. Varios equipos han pasado momentos financieros muy delicados esta temporada, como es el caso de Marussia. Sin embargo, los problemas económicos de la escudería de Dinnington parecen quedar atrás. O al menos eso asegura su jefe de equipo, John Booth, quién ha afirmado que la escudería ha conseguido adaptarse a los cambios y encontrar la estabilidad económica.

"La situación ha mejorado, pero no nos pone en un estado en el que vayamos a gastar 200 o 300 millones como hacen los equipos punteros. Pero ahora tenemos un plan de negocios razonable y, de momento, lo estamos llevando bien", comentó a Sky Sports. "Creo que tenemos el plan de negocios más adecuado que existe, ya que probablemente gastamos 25 o 30 millones menos que cualquiera. Sigue siendo mucho dinero, pero vivimos con nuestras posibilidades".

Las dificultades económicas de Marussia no han sido una novedad exclusiva de este año. Los problemas financieros parecen haber acompañado al equipo desde su llegada al Gran Circo en el 2010. Año tras año, la escudería ha ido solventando sus problemas pidiendo dinero prestado. A pesar de todas estas trabas, Booth ha comentado que acabar con el equipo nunca estuvo en sus planes:

"No, nunca hemos estado en esa posición, eso nunca se nos pasó por la cabeza. No ha sido sencillo, que no se me malinterprete; hay quizás seis equipos en el paddock que no lo ven fácil, pero nunca hemos estado cerca de eso (de cerrar). Nuestros accionistas jefes nos han apoyado mucho, siempre", argumentaba el jefe de la escudería.

Estos problemas económicos hacen que aumente la dificultad de desarrollar un monoplaza competente, y más en una temporada como esta, donde el equipo debe encontrar el equilibrio entre mejorar el rendimiento del coche y asegurar que el nuevo proyecto de 2014 cumple los plazos.

"El problema con un equipo de nuestra envergadura es que construir un coche de 2014 desde cero ha acaparado todos nuestros recursos. Así que desde la carrera de Barcelona en adelante no hemos traído realmente mejoras al monoplaza; se trataron más bien de pequeñas piezas, pero nada grande. Hemos dedicado todo el esfuerzo y recursos en el coche de 2014, que está yendo como se esperaba. De hecho, está más avanzado de lo normal. Así que tuvimos que tomar esa decisión. Algunos equipos también la tomaron pero tuvieron un plan de desarrollo paralelo en marcha; nosotros no tenemos esos lujos", afirmó.

En lo que respecta al futuro, la alineación de pilotos está prácticamente confirmada, si bien es cierto que todavía falta ratificar a Max Chilton junto con el confirmado Jules Bianchi. No obstante, el jefe de equipo cree que todo va por buen camino: “Estamos muy cerca con Max, muy cerca. Quiere quedarse y queremos que se quede, así que solo falta retocar los detalles. Nos gusta y ha hecho un buen trabajo, sobre todo en la segunda mitad del año", finalizó.