Ronnie Peterson fue uno de los pilotos más respetados de su época en la Fórmula 1. A pesar de no ganar ningún título mundial, el corredor sueco, subcampeón póstumo en 1978, es considerado uno de los grandes de la historia de la Fórmula 1. Nadie sabrá nunca hasta donde podría haber llegado, ya que ese fatídico accidente en la carrera de Monza le arrebató la vida de forma inesperada.

Treinta y seis años después, el nuevo corredor sueco del mundial, Marcus Ericsson, ha reconocido que el fallecimiento de Peterson fue un duro golpe para Suecia, nación que, según el piloto de Caterham, ha contado con grandes conductores a lo largo de la historia.

"Creo que teníamos un montón de buenos pilotos con gran talento. Creo que se remonta a cuando Ronnie Peterson pilotaba en la Fórmula 1 y sufrió su fatal accidente. Creo que fue un duro golpe para Suecia", ha explicado Ericsson en GpUpdate.

El nuevo compañero de Kamui Kobayashi esta temporada, ha atribuido el que no haya habido una continuidad en la llegada de suecos al mundial a dicha desgracia. Desde el punto de vista del corredor nórdico, ese hecho penalizó mucho a su país, ya que los jóvenes competidores no contaron con el apoyo de gente experimentada, algo que sí sucedió en Finlandia, país vecino.

"Además, nunca hemos tenido eso natural que, por ejemplo, Finlandia ha tenido, cuando un piloto se retira y luego ayuda al piloto siguiente a llegar en la Fórmula 1. Creo que también podría ser una de las razones porque estoy seguro de que los pilotos suecos pueden ser tan buenos como cualquiera".

El que será el primer sueco en la caravana mundialista desde Stefan Johansson en 1991 ha reconocido estar muy ilusionado por la oportunidad de la que dispone, además de que la considera como algo positivo para su región.

"Obviamente ha pasado mucho tiempo para Suecia desde que tuvimos un piloto de Fórmula 1, 23 años. Así que ha sido una gran noticia en Suecia, lo que es genial. Estoy muy contento con ello", finalizó.