Su nombre completo era Bruce Leslie McLaren, pero al mítico piloto, diseñador e ingeniero neozelandés, se le conoció como Bruce McLaren y así aún perdura su fama debido a la escudería que fundó en 1963, McLaren, y que a día de hoy se considera una de las más prestigiosas, sólo por detrás de Ferrari.

McLaren, de origen neozelandés, nació el 30 de agosto de 1937 en la ciudad de Auckland. Desde que era niño ya demostraba una gran pasión por el motor cuya afición heredó de su padre a quien adoraba y admiraba. Académicamente, tras alcanzar la mayoría de edad y terminar sus estudios obligatorios se enroló en la "SeddonTechnical Memorial College” donde se le autorizó su registro como piloto.

Automáticamente, al conseguir su primer automóvil se dedicó de lleno a las "carreras de montaña" cuya práctica es muy famosa y conocida en su país de origen. A raíz del éxito causado, la NZIGP (New Zeland International Grand Prix) le otorgó su pasaporte directo como "piloto hacia europa". A su llegada a Inglaterra fue recibido por el australiano Jack Brabham quien sería su compañero en la escudería Cooper y, a su vez, modelo a seguir para crear su propia escudería.

En 1959 ganó el Gran Premio de los Estados Unidos y, algunas temporadas más tarde fundó el Team McLaren ya que las relaciones con Cooper comenzaron a deteriorarse. McLaren era un conductor muy estricto y ordenado; el hecho de ser ensombrecido por el destacado Stirling Moss y el ya campeón Jack Brabham es algo que no llevaba bien. Entre los años 1967 y 1971 la escudería McLaren dominó el campeonato CanAm: Bruce ganó dos veces éste campeonato, más otras dos de Denny Hulme y la última de la mano del norteamericano Peter Revson.

El primer McLaren fabricado para competir en CanAm fue un prototipo que, a priori, había sido diseñado para correr las 500 millas de Indianápolis, pero que adaptaron con un motor Oldsmobile y neumáticos Firestone para, finalmente, llegar a la Fórmula 1.

Para concluir, el 2 de junio de 1970 se dio lugar en el circuito de Goodwood (Gran Bretaña) el fatídico desenlace de su trágica carrera. Bruce McLaren perdió la vida mientras probaba uno de sus prototipos a 300 km/h por la famosa recta de 'Lavanti' cuando, de pronto, se incendió el motor del bólido y salió despedido brutalmente saltando un parapeto. El coche quedó desintegrado y horas más tarde se certificaba su muerte desde el hospital de Chichester.

Sea notorio que con esta pieza no se pretende hacer un relato exhaustivo del personaje en cuestión sino dar unas someras pinceladas para que cada lector, a su criterio, pueda comentar y añadir todo aquello que no hayamos mencionado. Disparen.