Decepcionante fue ver que las gradas de Hockenheim estuvieran prácticamente vacías el pasado GP de Alemania, ya que uno de los dos favoritos para ganar el mundial –Nico Rosberg- es alemán, y aunque ya no gane carreras en 2014, el pueblo natal de Sebastian Vettel está a escasos kilómetros del circuito.

Parte de la culpa se le ha atribuido al mismo Vettel, por comentarios que hizo anteriormente esta temporada sobre los nuevos motores V6 silenciosos, alegando que suena como "mierda", lo que quizá desmotivó a los aficionados locales a costearse la carísima entrada al evento de Fórmula 1.

Sin culpar a Vettel, Toto Wolff también apunta a que los malos comentarios de las personalidades dentro del paddock tienen una parte importante de la culpa de que la F1 haya perdido aficionados.

"Eso no ayuda, no. Hablamos mal del deporte al principio del año, y muchos de nosotros somos los culpables", reconoció.

Desde dentro del circuito de Hockenheim, que ven gravemente amenazada su continuidad en el calendario de la Fórmula 1, también apuntan hacia Vettel.

"Ciertamente no ayudó que Sebastian, frustrado por la nueva F1 y su coche, diera muchas entrevistas hablando sobre lo mala que es la Fórmula 1 ahora y que no vale la pena asistir (al circuito)", dijo Katja Heim, consejera del Hockenheimring.

"Como un cuatro veces campeón del mundo de Alemania, la gente confía en él más que en la gente que vende entradas", añadió hablando con Reuters. No obstante, Heim quiso también aclarar que existen otros factores que entran en el juego.

Por su parte el jefe del circuito, Georg Steiler, también cree que "cuando pierdes a 10.000 aficionados, hay razones fuera de la F1", comentó al Die Welt.

No obstante desde Nurburgring, el otro circuito que alterna el GP de Alemania con Hockenheim, no parecen demasiado preocupados.

"El año pasado tuvimos un total de 110.500 asistentes, así que no se trata de un problema alemán generalizado”, dijo Carsten Schumacher, propietario del trazado a la agencia SID.

"Creo que no hay nada de malo en el interés de los aficionados en Alemania, así como en otros países europeos, en el deporte de motor. Pero quizá necesitamos pensar en hacer los programas de carreras en un fin de semana más interesantes", opinó.

De hecho, este proceso está ya en marcha. Con efecto inmediato, tanto la FIA como los comisarios de carrera están siendo mucho más indulgentes a la hora de penalizar a los pilotos de F1 cuando ocurren incidencias en pista.

"Queremos volver a ver el deporte real de nuevo", afirmó el máximo jefe de la F1 –Bernie Ecclestone- en una entrevista a Auto Motor und Sport. "No queremos interferencias por cada pequeño incidente".

En la misma línea que Mr. E, opinó el ex piloto de F1 Gerhard Berger, que considera que el DRS o la doble puntuación "no tiene sentido”.

"Todo lo que es artificial (en la F1) no es aceptado por los aficionados. La Fórmula 1 está sobreregulada y muy blanda", dijo al Rheinische Post.

Para contrastar, Berger comparó el ejemplo con los pilotos de MotoGP, que llegan a tocarse y a rodar en paralelo por un tiempo, pero "en nuestro caso (F1), te ponen una penalización de Drive Through si ruedas a menos de 10 centímetros de otro coche”, concluyó.