El estado de salud del piloto de Marussia, Jules Bianchi, no ha experimentado cambios en los últimos días. Así lo expresaba Philippe, padre del piloto, a un medio de comunicación francés ayer jueves. También aprovechó la ocasión para agradecer todos los mensajes de apoyo recibidos estos últimos días y agregó que "son muy alentadores para todo la familia".

Por su parte, Philippe Bianchi reconoció que el accidente de su hijo fue "tremendo, algo que jamás hubiésemos podido imaginar que sucedería". En cuanto a la situación actual de Jules, su progenitor admite que "es muy grave, se encuentra en una fase muy crítica".

También comentó sobre la llegada del profesor Gerard Saillant, a petición de Ferrari, para estar al lado del piloto y cooperar conjuntamente con los médicos que lo atienden. "No podría estar en mejores manos". Además, hasta Japón se habrían desplazado, según La Gazzeta dello Sport, su hermano, Tom, y su hermana, Melanie, junto con un amigo íntimo de Jules, Lorenz, para estar al lado del francés en este duro trance.

Por último, el padre de Jules reconoció que no ha querido ver el accidente de su hijo y que le resulta "difícil" hablar sobre él. Mientras tanto, la investigación del accidente por parte de Charlie Whiting sigue su curso y se esperan conclusiones lo antes posible.

En la publicación italiana Autosprint afirman que la telemetría del equipo y las secuencias de las imágenes muestran que Bianchi no bajó significativamente la velocidad de su Marussia a pesar de que había banderas amarillas en esa zona.