La marcha de Sebastian Vettel del equipo Red Bull ya es un hecho, aunque que su destino sea color de rojo aún no es oficial. Su futuro, de forma oficial, todavía se desconoce pero todo indica que su nueva formación será la Scudería Ferrari.

El ciclo del tetracampeón del mundo de Fórmula 1 terminó esta temporada con la llegada de los insuperables Mercedes, pero ni siquiera ha sido capaz de adelantar en la clasificación a su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, que ha tenido la oportunidad de ganar hasta en tres ocasiones mientras que él no ha ganado en toda la temporada, algo que nunca ha saboreado el alemán en sus últimas temporadas en F1.

La llegada de un nuevo piloto a la escudería de Milton Keynes hacía presagiar que, después de varios años de polémica con Mark Webber, la calma volvía al conjunto austríaco. Así, el australiano que ahora ocupa una de las filas de este equipo insiste en que siempre hubo respeto por parte del alemán fuera cual fuera su situación.

"Fue muy respetuoso conmigo el primer día y ha mantenido el respeto incluso después de mi tercera victoria. Estoy seguro que le hubiera encantado ganar esta temporada, así que debe de estar frustrado por dentro, pero no lo ha demostrado en ningún momento", dijo Ricciardo sobre su relación con Vettel.

Las tres victorias que ha conseguido el piloto australiano está claro que no satisfacen por completo al germano, que puede tener su primer año en blanco desde que está como titular en Fórmula 1. Por su parte, Vettel ha demostrado en los últimos años una gran capacidad de liderazgo, algo que según su ex compañero de equipo mantendrá en su nueva escudería.

"A parte de su capacidad de pilotaje que todos ven en la televisión, su ética de trabajo, su forma de trabajar con los ingenieros es impresionante. Ha sido un placer verle desde dentro. Creo que si va a Ferrari o algún otro equipo grande, jugará un papel de líder muy fuerte", juzgó.

La fuga del piloto que ha dado la gloria a Red Bull no preocupa al propietario de la marca, Dietrich Mateschitz. "Si no tuviéramos a un líder de equipo, entonces la situación podría ser algo diferente. Pero sabíamos que Daniel podría adoptar ese rol, así que las cosas fueron más fáciles", aseguró el austríaco.