El regreso de Manor a la parrilla del Mundial de Fórmula es un hecho y correrán en Australia con el monoplaza de 2014 adaptado a la normativa actual.

Han anunciado la llegada de John Fitzpatrick como principal inversor, responsable de OVO Energy, y la de Graeme Lowdon como director deportivo.

El sentir de los equipos es, en general, positivo ante la presencia de un equipo más en el campeonato tras su esfuerzo por llegar a tiempo. Sin embargo, desde Force India aún están algo molestos por la forma en la que se ha llevado a cabo este regreso.

"Los cambios de normativa de 2014 a 2015 se centran en la seguridad, así que lo que estaba pidiendo Manor al querer competir con el coche de 2014 era una concesión para poder correr con un coche técnicamente menos seguro, a eso nos opusimos", explicó Bob Fernley, director adjunto de Force India, a Autosport

"¿Durante cuánto vas a hacer esa concesión? Podrían ser cuatro, cinco o seis carreras, podría ser una temporada entera, y entonces todos correríamos con coches de 2014", puntualizó. "Hay que respetar las normas de la Fórmula 1 porque son las que nos protegen, y no puedes poner en peligro la seguridad si no tienes una razón lo suficientemente importante que lo justifique".

Según Fernley, la primera propuesta de Manor conllevaba graves problemas de seguridad, y es por esto que hasta que Manor no adaptó su chasis a los cánones de la presente temporada, no se decidieron a respaldar su vuelta.

Sin embargo, las informaciones apuntaban a que Force India se había negado a la vuelta del equipo británico para que así la parte monetaria de los derechos de la escudería fuera repartida entre los inscritos - un total de 30 millones de euros - y coger algo de aire en la mala situación económica por la que pasa el equipo.

Ante estas afirmaciones, Fernley señala que lo que hubieran recibido de dicha repartición no les habría hecho dejar atrás sus problemas económicos, por lo que defiende que lo económico no tuvo que ver con su decisión.

"Ojalá les vaya bien", apuntó. "El dinero que se hubiera repartido entre los equipos no sería más que una pequeña pegatina que no taparía los problemas que tenemos, los asuntos económicos no tuvieron nada que ver con nuestro voto", finalizó el británico.