Hungaroring, una pista en la que los pilotos pueden llegar a experimentar hasta 60 grados dentro del cockpit. Una curva tras la otra y pocas rectas es lo que se encontrarán los pilotos en la décima cita del Mundial, en Hungría. Se trata de un circuito de baja-media velocidad, en el que de media se rueda a 120 kilómetros por hora y es además, la última prueba antes del esperado parón de verano.

Williams llega en tercera posición a este fin de semana. Los de Grove esperan recuperarse de su mala prueba en Silverstone y tener un fin de semana competitivo, en parte, gracias a las actualizaciones que han ido introduciendo en las últimas carreras, que creen que les beneficiarán en esta pista.

"Hungría es un lugar especial para mí. Tengo muchos aficionados allí tras mi accidente en 2009 y desde entonces, la gente ha estado conmigo, es estupendo. Estar tan cerca de una ciudad que tiene una cultura tan fantástica es un plus al fin de semana de carreras. A este circuito no nos deberíamos adaptar bien de no ser porque hemos mejorado el coche mucho en las últimas carreras con las actualizaciones que hemos introducido así que deberíamos tener otro fin de semana competitito", explica Felipe Massa.

Por otro lado, Valtteri Bottas también espera un Gran Premio fuerte de su parte. "Budapest es una gran ciudad que tiene una carrera estupenda. Hay muchos aficionados fineses viviendo en Hungría, también hay muchos que viajan para no perderse este fin de semana de carreras así que siempre tengo muy apoyo, es casi como un Gran Premio de Finlandia. La pista es muy diferente de las anteriores porque es más apretada y tiene curvas de baja y media velocidad, pero nuestros desarrollos han estado centrados en pistas como éste, en generar alta carga aerodinámica. Deberíamos tener un fin de semana fuerte y seguir con la racha que tenemos", expone el finés.

Por último, Rob Smedley, el jefe de rendimiento del equipo, señala que es complicado realizar aquí una buena vuelta, por el reto que supone la pista y por las altas temperaturas que habrá. Además, menciona que sus coches tendrán que sufrir graining.

"El de Hungría es un circuito apretado y sinuosos, de baja eficiencia en términos de aerodinámico pero también con curvas de alta velocidad. El equilibrio del coche es importante ya que las largas curvas cargan los neumáticos delanteros y te hacen tener graining, luego pasas por la fase de tracción, cuando se te calientan los neumáticos traseros, así que no es fácil lograr una buena vuelta. La temperatura siempre es importante ya que hará mucho calor y esto afecta a la unidad de potencia y al ajuste aerodinámico. Nos encanta estar en Budapest, una ciudad culturalemente rica con aficionados apasionados de todo el este de Europa", finaliza el de Williams.